El adolescente de 18 años acusado de atropellar al inspector de tránsito Carlos Ottaviani se fugó hace dos días de un centro de contención juvenil ubicado en San Martín, en el partido homónimo del Gran Buenos Aires. El menor, que tiene antecedentes penales, estaba bajo custodia judicial tras ser imputado por homicidio doloso en el marco de una causa que conmocionó a la ciudad de Junín.
El hecho por el que era juzgado ocurrió el 10 de noviembre del año pasado, cuando Ottaviani, de 47 años, fue brutalmente embestido por una moto durante un operativo nocturno de control de tránsito en la calle Winter, entre Rivadavia y Belgrano. El conductor del rodado, que intentó evadir el procedimiento, terminó atropellando al trabajador municipal.
Desde ese momento, Ottaviani permaneció en estado crítico, sin signos de recuperación neurológica. Fue atendido en primera instancia en el Hospital Interzonal General de Agudos “Abraham Piñeyro” y luego derivado a la Clínica La Pequeña Familia, donde falleció el pasado 14 de mayo tras seis meses de agonía.
El caso, caratulado como homicidio doloso, fue elevado a juicio a principios de este mes por decisión del fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Matías Noberasco. El joven acusado había sido detenido desde el momento del hecho, pero recientemente fue trasladado al centro de contención del cual logró escapar.
La fuga genera preocupación y abre interrogantes sobre los mecanismos de control en este tipo de instituciones. Mientras continúa la investigación judicial, las autoridades trabajan ahora en la recaptura del menor prófugo, quien ya tenía antecedentes previos al ataque a Ottaviani.
La muerte del inspector, que luchó por su vida durante 185 días, generó un fuerte impacto en la comunidad y un profundo dolor entre sus seres queridos y colegas. La impunidad que podría derivar de la fuga del imputado suma una nueva herida en una historia marcada por la tragedia.
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