Luego de conocerse el sistema de estafas que ejecutó la plataforma internacional Rainbow Exchange en la ciudad bonaerense de San Pedro, con una estimación de 70.000 damnificados, la Policía Bonaerense -con asistencia técnica de la Procuraduría General de ese distrito, más dependencias federales y de Interpol- realizaron allanamientos y al menos seis detenciones en las últimas horas.
En el operativo conjunto se realizaron 22 allanamientos simultáneos en las localidades de San Pedro y Bahía Blanca, en los que se identificaron a más de 20 personas, de las cuales seis resultaron detenidas, además de solicitarse dos detenciones internacionales para la emisión de Alerta Roja Interpol, para ciudadanos de Malasia.
De esta forma, se logró el congelamiento e incautación de todas las “wallets” de criptomonedas y las cuentas bancarias de los imputados, por un total aproximado de 3.500.000 USDT – equivalente a dólares norteamericanos. Además se logró el secuestro de dinero en efectivo (aproximadamente el equivalente a 30.000.000 millones de pesos - entre pesos, dólares norteamericanos, euros y yuanes), computadoras, teléfonos celulares, tarjetas de memoria, pendrives y armas de fuego.
La investigación estuvo a cargo de las Agentes Fiscales, María del Valle Viviani y María Verónica Marcantonio; la Secretaría Especializada en Cibercrimen y Evidencia Digital del Departamento Judicial de San Nicolás, a cargo del Dr. Julio Pérez Carretto y Antonella Giampietro; del Agente Fiscal Martin Laius, del Departamento Judicial Junín; y del Agente Fiscal Gustavo Zorzano, del Departamento Judicial de Bahía Blanca.
Las víctimas de esta estafa piramidal de criptomonedas resultaron ser vecinos de Junín, San Pedro y Bahía Blanca. En nuestra ciudad hubo un total de ocho damnificados.
Cabe recordar que Rainbowex se presentó como una plataforma de intercambio de criptoactivos que prometía ganancias diarias inusualmente altas. Para operar en la plataforma, los usuarios necesitaban una invitación y debían pasar un proceso de verificación.
Una vez registrados, se unían a un grupo de Telegram donde recibían señales de inversión en formato de flyer, indicando qué criptomoneda comprar, a qué precio y cuándo venderla. Sin embargo, la plataforma operaba como un sistema cerrado, simulando flujos monetarios sin conexiones reales a cadenas de bloques públicas.
La maniobra fraudulenta consistía en que los administradores manipulaban los saldos y ganancias visibles para los usuarios, usando criptomonedas inexistentes y de baja capitalización para hacer creíble la manipulación de precios. Los usuarios debían enviar dinero a direcciones de activos virtuales controladas por los delincuentes y enfrentaban problemas para retirar sus fondos, supuestamente por problemas técnicos.
Finalmente, se determinó que Rainbowex era una estafa piramidal, utilizando los fondos de nuevos inversores para pagar a los antiguos, creando una ilusión de ganancias legítimas.
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