El crimen de un taxista de 32 años conmocionó la ciudad santafecina de Rosario debido a que es el segundo consecutivo y, para cometer el homicidio, los agresores utilizaron la misma modalidad, un disparo en la cabeza. El sindicato de Peones de Taxi lanzó una medida de fuerza en señal de luto, repudio y reclamo de seguridad para los trabajadores.
Según informaron los medios rosarinos, la víctima fue identificada como Diego Alejandro Celentano, de 32 años, quien fue hallado en el interior del vehículo, con al menos un disparo en la cabeza en Marcelo T. de Alvear y Garmendia, en las inmediaciones del parque Regional Sur y de las piletas de El Saladillo en la zona sur de la ciudad.
La modalidad del homicidio es idéntica a la empleada la noche anterior, cuando fue asesinado Héctor Raúl Figueroa y, según se indicó, los agresores de Celentano también fueron dos y en ambos casos la Policía halló una zapatilla abandonada, por lo cual no se descarta que sea un mensaje mafioso dejado por los autores de los disparos.
En el lugar del crimen de Celentano se halló además una nota con un mensaje intimidatorio escrita sobre un cartón, pero no trascendió el contenido del texto y los investigadores no confirmaron que en este caso se hayan usado balas de la policía como en el de Figueroa. Como sucedió en la madrugada anterior, el sindicato de Peones de Taxi realiza una medida de fuerza, por lo cual el servicio de taxis en Rosario estaba interrumpido.
Si bien no se descarta ninguna hipótesis, fuentes vinculadas a la policía destacaron el hecho de que tanto Celentano como Figueroa trabajaban para la misma empresa, Radio Taxis Sur. No obstante, desde el Sindicato de Peones de Taxis se insistió en que los homicidios, que tienen un claro sello sicario, son una reacción de las medidas que tomó el gobierno de Santa Fe con los presos de alto perfil en las cárceles de la provincia.
Este jueves, en declaraciones al programa "El primero de la mañana", de LT8, el titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), José Iantosca, señaló: "Me parece que nos están usando de señuelo, somos fáciles de cazar. Esto ya parecen golpes terroristas. Hoy tenés que ser suicida para salir a trabajar de noche".
Según informó La Capital, Iantosca destacó que el crimen de Celentano tuvo similares características al de Figueroa: "Fue un viaje, esta vez pedido por WhatsApp y, a unos metros de llegar al lugar solicitado, asesinaron al compañero y dejaron una zapatilla de seña, al igual que el crimen anterior. Otra vez no hubo intento de robo, todo estaba allí".
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