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Se cumple un año del asesinato por encargue del chofer de Pablo Ansaloni
CRIMEN ORGANIZADO

Se cumple un año del asesinato por encargue del chofer de Pablo Ansaloni

El objetivo era el diputando nacional electo, pero el sicario, un narco rosarino, se equivocó de persona. Conocé cada detalle del crimen que conmovió a Colón y la Región.

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Hace exactamente un año la comunidad de Colón no salía del asombro Mauricio Cordara (45) fue acribillado a balazos en la vía pública. El chofer y custodio del diputado nacional electo y ex referente de Uatre, Pablo Ansaloni, fue atacado por un transeúnte que se dio a la fuga tras los hechos.

Los disparos fueron dirigidos directamente al conductor. Los vecinos del lugar pidieron rápidamente asistencia del personal de Same, donde también se hicieron presentes efectivos policiales. La víctima, oriunda de San Pedro, se encontraba en Colón, donde fue el atentado, más precisamente en calle 20, entre 43 y 44. Al momento del ataque, Ansaloni se encontraba en el norte argentino.

Cordara había ido a buscar a los hijos de Ansaloni al colegio en un Volkswagen Vento y los llevó a la vivienda en calle 20. Los chicos bajaron y Cordara abrió el baúl para bajar las mochilas. En ese momento, un atacante lo sorprendió y gatilló nueve veces. El chofer recibió siete balazos y murió casi en el acto.

El Palio Rojo, clave en la investigación

El tirador huyó a la carrera y de la investigación surgió que se subió a un Fiat Palio color rojo con otros dos ocupantes que lo sacaron de la escena del crimen.

Con el correr de los días, el personal del Departamento de Investigación de Colón (DDI) identificó que el auto rojo que sacó al homicida de la escena fue un Fiat Palio dominio colocado AB 938.

El Fiat tenía denuncia por haber sido robado a punta de pistola el 28 de agosto de 2022 en La Tablada, provincia de Buenos Aires, mientras que las patentes pertenecían a otro Palio, cuya titular denunció que se las sustrajeron el 30 de agosto del mismo año en la localidad bonaerense de Monte Grande.

El seguimiento de las cámaras de seguridad llevó a los investigadores hasta Rosario. A las 48 horas, la fiscal Brandt pidió la colaboración a su par rosarino Matías Edery, de la Agencia de Crimen Organizado y Delitos Complejos, para dar con el Palio.

Los primeros detenidos

Allí fue detenido un integrante del clan narcocriminal Romero, al volante del Palio rojo, vehículo que se usó para trasladar desde Rosario a Colón al sicario que ejecutó de siete tiros a Cordara. 

La investigación de la fiscal Magdalena Brandt tuvo avances concretos gracias a allanamientos donde se secuestraron varios teléfonos celulares que estaban en manos del clan Romero. 

Inclusive, pocas horas después del homicidio de Cordara, la funcionaria judicial determinó que el sicario había viajado desde Rosario a Colón para ejecutar el crimen.

El medio gráfico rosarino El Ciudadano detalló que uno de los apresados fue Ramón “Monchi” Vallejos, padre de Hernán “Lichi” Romero, un peso pesado del barrio Nuevo Alberdi que purga condena desde 2020 a 7 años y 4 meses como jefe de una asociación ilícita dedicada a asaltos. Los demás detenidos fueron un hombre y su hermana, quienes también estuvieron en contacto con el auto buscado por la Justicia bonaerense.

Mientras tanto, Edery encomendó la tarea a los detectives del Departamento de Inteligencia de Rosario de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes determinaron que el Fiat estaba guardado en una cochera de México al 900 bis, que había sido conducido primero por Blas Sosa, de 30 años, y luego por Monchi Vallejos.

Así, con los indicios recolectados, el fiscal solicitó allanamientos a esa cochera, a la casa de Sosa, de pasaje 1476 y Shork, en la vivienda de Monchi Vallejos en la histórica cortada Luzarriaga al 3900 y también, por las dudas, a la celda de Lichi en la Unidad Penal 11 de Piñero, los cuales fueron autorizados por la magistrada Melania Carrara.

A Monchi Vallejos, de 59 años, lo detuvieron primero. Lo atraparon en el Fiat Palio cuando estacionó en la estación de servicio de Baigorria y la colectora de avenida Circunvalación, cerca de la ruta 34.

En simultáneo, los pesquisas de la DDI de Colón y de la AIC allanaron las otras direcciones. En la cochera encontraron una Peugeot Partner también robada que había sido dejada por Sosa, quien fue detenido en su vivienda.

Tras esos operativos, se conoció que el Palio estuvo guardado en esa cochera antes del crimen, desde el 31 de octubre hasta los primeros días de noviembre, cuando dos hombres, que se presentaron a nombre de Sosa, se lo llevaron.

La Cárcel de Piñero, una base de operaciones

El asesinato de Cordara, no sólo expuso que el sicario utilizado fue contratado en Rosario, sino que también destapó la operatoria de una banda que desde la cárcel de Piñero coordinaba robo de autos que de manera habitual son aportados para hechos violentos. Muchos de esos vehículos pasaban al mercado legal falsificando papeles y chasis de un auto robado.

Efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en conjunto con la DDI Colón de la policía bonaerense realizaron cuatro allanamientos en barrio Hostal de Sol y otro en un calabozo de Piñero, donde allanaron la celda de un preso encausado por robo de automotores que para la investigación lidera una banda de ladrones de autos. 

Además, detuvieron a su novia de 24 años y a un hombre de 33 que sería “uno de los ocupantes” del Fiat Palio Attractive rojo que trasladó a la escena del crimen al sicario que asesinó de siete balazos a Cordara. Los dos detenidos y el preso serán imputados de encubrimiento y quedarán a disposición de la Justicia bonaerense que investiga el asesinato del chofer.

El preso en Piñero es Angel Ochoa. En su celda del pabellón 20 encontraron 21 celulares. Para la investigación, Ochoa vendió el Palio rojo usado en el crimen del chofer del gremialista.

En Tarragona al 1800 bis fue detenido Fernando Sebastián B., de 33 años, “uno de los pasajeros del auto que usaron en la balacera mortal”. En el pasaje 13107 al 3100, en la ex Zona Cero, fue detenida la pareja de Ochoa, Marilín A., de 24 años, a quien se le incautaron 3.600.000 de pesos, 2.400 dólares de los que no pudo dar cuenta en el marco de la legalidad y un VW Vento.

Estas tres personas fueron imputadas por el delito de encubrimiento agravado y quedaron a disposición de la fiscal de Colón Magdalena Brandt, quien les imputaró su participación en el asesinato de Cordara.

La investigación tiene dos expedientes abiertos. Uno en la provincia de Buenos Aires, por el asesinato propiamente dicho que lleva adelante la fiscal Brandt. Otro en manos del fiscal Matías Edery, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de Rosario, que investiga la ruta que siguió el Fiat Palio rojo utilizado por los asesinos de Cordara.

Otro detenido clave

En enero de este año la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Santa Fe capturó a Iván Alonso (19), quien ante la Policía provincial admitió haber conducido el Fiat Palio rojo del que bajó el sicario y mató al asistente de Ansaloni.

Alonso, que tenía pedido de captura por homicidio agravado por ensañamiento y alevosía en calidad de coautor, se había teñido de rubio para evitar ser reconocido por los agentes que lo buscaban. 

Sin embargo, no logró engañar a la brigada de la AIC, bajo la dirección de Damián Meza, que lo seguía. Fue detenido el 27 de enero pasado en una estación de servicio ubicada en las calles Mendoza y Cullen, del barrio Belgrano, en Rosario.

Alonso dijo que le habían pagado 50 mil pesos para conducir el coche y que nada sabía del encargo. El día del crimen, lejos de denunciarlo, retomó el camino rumbo a Rosario, desde dónde habían salido, sin tener en cuenta que las cámaras de seguridad registraron su paso.

¿Cómo llegaron hasta los autores materiales del crimen? “Cruce de líneas. Filtramos las líneas de Rosario que daban en Colón al momento del hecho y las seguimos con las antenas, había dos que iban y venían juntas al momento del hecho, intervenimos esas líneas y llegamos a los dos”, detallaron los investigadores que esperan las pericias de la veintena de celulares que secuestraron en el pabellón evangelista de Piñero.

La caída del hombre que contrató a los asesinos

En febrero fue detenido el sospechoso que habría contratado a los sicarios rosarinos que asesinaron a Cordara. Se trata de Julián Nicolás Marcelo Gómez, que fue atrapado por agentes de la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC) y de la DDI de Colón que intervienen en el caso. 

El detenido por el crimen tenía pedido de captura por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía y por el uso de arma de fuego.

El presunto contratista habría encargado el asesinato desde prisión, ya que en el momento del homicidio de Cordara estaba preso por robo calificado. Fuentes del caso indicaron que Gómez fue apresado cuando su esposa fue a retirar de la municipalidad de Soldini un Chevrolet Celta de su propiedad que había sido secuestrado en diciembre. 

Los detectives observaban toda la maniobra. Siguieron la grúa hasta la localidad de Pérez, donde divisaron al sospechoso buscado en la puerta del domicilio en el que dejaron el auto. En ese momento, varios efectivos de la AIC procedieron a la captura.

Quién fue el sicario

El día del hecho se registraron varias comunicaciones entre Iván Alonso, el conductor del auto en el que se trasladaron los sicarios, y Alfredo Nicolás Almirón, alias “El Calamar”, sindicado como el autor de los disparos que mataron a Cordara

Alonso fue detenido el 29 de enero pasado en una estación de servicio, mientras que “El Calamar” continúa prófugo y es intensamente buscado por los agentes de la policía de Santa Fe y de Buenos Aires.

“Amigo necesitan un auto de los de Miami para hacer un laburo y lo descartan”, le preguntó Fernando Burgos. Ochoa respondió: “Sí, tengo el Palio rojo. Yo lo pagué seis”, dijo al negociar el valor del vehículo que guardaba en una cochera de México y República. Luego, los dos hombres charlaron sobre la operatoria para hacer el intercambio.

Después del homicidio, tuvo una conversación con quien sería otro interno en la que hizo referencia al crimen en Colón. “Lo re gatilló”, “Le dio al que no era”, le dijo su interlocutor. Los mensajes, en este punto, habían sido eliminados.

La caída del “Calamar”, el sicario que apretó el gatillo

En septiembre último fueron aprehendidos los delincuentes sobre los que se presume su responsabilidad criminal en el asesinato que tuvo como víctima al Inspector César Carmona de 50 años, ocurrido en Rosario Entre los individuos detenidos se encuentra, el "Calamar", cuyo nombre real es Agustín Alfredo Almirón, el autor del asesinato de Cordara.

El "Calamar" Almirón cometió un fatal error al confundir a su víctima, ya que su objetivo real era Ansaloni, quien había viajado a la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones, en un momento en el que se disputaban intensas internas para elegir la conducción gremial.

Un dato importante sobre Almirón es su conexión familiar. Es hijo de Germán Almirón, un expolicía que estuvo implicado en la División Judiciales de la policía rosarina y que, en su momento, fue condenado por su participación en la banda de narcotraficantes conocida como Los Monos. Incluso se ha registrado su voz en una grabación que reveló un plan para asesinar al juez penal provincial, Juan Carlos Vienna, quien previamente había investigado a la mencionada banda.

Por qué buscaban al "Calamar"

En el caso del asesinato del policía César Carmona, una huella dactilar clave que se encontró en el automóvil Citroën C-3 rojo utilizado por los delincuentes condujo directamente al "Calamar". La investigación se basó en una meticulosa reconstrucción de los eventos, utilizando imágenes de cámaras de videovigilancia tanto públicas como privadas. 

Estas imágenes permitieron la identificación de los tres ocupantes del vehículo, incluyendo al conductor y a los dos ejecutores del crimen. Además, se arrestó al cuarto individuo, quien esperaba en otro automóvil a unas siete cuadras del lugar del asesinato y posteriormente los transportaba en una dirección desconocida. Una vez más, las imágenes de diversas cámaras de videovigilancia jugaron un papel fundamental en la identificación de los perpetradores.

Sigiloso hermetismo

El fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, Alejandro Ferlazzo, estuvo presente desde el principio en la escena del crimen y trabajó incansablemente junto a los investigadores y peritos de la Agencia de Investigación Criminal AIC. Esto culminó en una serie de allanamientos que resultaron en la captura de los cuatro principales sospechosos del asesinato de Carmona. Este operativo conjunto contó con la colaboración de oficiales y suboficiales de grupos de irrupción proporcionados por la Jefatura de la Unidad Regional II Rosario de la Policía de Santa Fe.

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