La Sala de Feria de la Cámara Federal de Casación rechazó la excarcelación de un ex jefe penitenciario condenado a seis años de cárcel por torturas contra detenidos.
Se trata de Rubén Oscar Constantin, ex jefe de la Unidad Residencial II del Complejo de Ezeiza, condenado en Julio 2018 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de La Plata “por haber torturado a dos personas privadas de su libertad, Lucas Matías Mendoza y Claudio David Núñez”, según reportó la página del Ministerio Público Fiscal.
Ese mismo tribunal oral había rechazado el 14 de julio pasado la excarcelación pedida por la defensa de Constantin, a cargo de Rolando Landolfi, quien argumentó que “su defendido cumplió con el tiempo de detención requerido para la procedencia del beneficio”.
Pero los jueces de la Casación Carlos Mahiques y Daniel Petrone declararon “inadmisible” el planteo, mientras que la tercera integrante del tribunal, Ángela Ledesma, se inclinó por tratar el pedido.
Constantin resultó detenido el 13 de mayo de 2015 y obtuvo la excarcelación el 29 de marzo de 2019, pero “su situación se modificó cuando fue nuevamente detenido el 23 de marzo de 2022, permaneciendo en esa condición hasta la actualidad”, explica el fallo.
Desde el 3 de julio pasado goza de salidas transitorias monitoreadas con tobillera electrónica con GPS.
“El tribunal oral expresó razonadamente los fundamentos que determinaron su decisión y se evidencia un criterioso análisis de las circunstancias del caso a la luz de las disposiciones vigentes en materia de excarcelación en los términos de la libertad condicional”, sostuvo la Sala de Feria de la Casación.
Según la acusación, agentes del Servicio Penitenciario Federal, tras una discusión entre los internos Lucas Matías Mendoza y Claudio David Núñez “fueron retirados violentamente del Pabellón B de la Unidad Residencial II para trasladarlos hasta la celda de alojamiento transitorio, comúnmente denominada ‘leonera’ en la jerga penitenciaria”.
En ese lugar, “los arrojaron al piso, boca abajo, esposados con sus manos a la espalda, para luego proceder a golpearlos fuertemente en distintas partes del cuerpo, principalmente en las plantas de los pies, tobillos y pantorrillas, con palos y/o bastones práctica de tortura que se conoce como ‘pata-pata’ en la jerga carcelaria argentina o ‘falanga’, conforme las descripciones del Protocolo de Estambul confeccionado por la Organización de las Naciones Unidas”.
El hecho denunciado ocurrió el 9 de diciembre de 2007.
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