Nueva modalidad de estafa a través de redes sociales en Pergamino
Cada vez son más los ciudadanos que denuncian haber sido estafados por publicaciones apócrifas en Facebook y en WhatsApp
Varios pergamineneses han denunciado en las últimas semanas que fueron víctimas de un nueva modalidad de estafa virtual a través de publicaciones de inmuebles que, supuestamente, se encuentran en alquiler. Hasta el momento este nuevo modus operandi se ha registrado solamente en Facebook y WhatsApp. Los malvivientes aprovechan la gran demanda de alquiler de vivienda existente, sobre todo por dueño directo, y engañan a aquellos que demuestran más interés y necesidad.
¿Cómo funciona la estafa?
Todo comienza con la publicación de una serie de fotos que muestran la fachada de una casa con sus ambientes interiores y se aclara en el texto del posteo que se ofrece en alquiler. Los usuarios de Facebook que se encuentran en busca de una vivenda para alquilar "muerden el anzuelo" y le envían preguntas al ofertante acerca del precio del alquiler. En el caso puntual de un pergaminense que fue estafado, estuvo intercambiando mensajes de WhatsApp con un señor de sesenta años que le enviaba fotos del inmueble y le decía que tenía muchas personas que también estaban interesadas. De esta manera los estafadores apuran a los interesados con la posibilidad de perder la oportunidad de alquiler logrando que aquellos que tengan más urgencia caigan en la trampa. Los delincuentes le dicen a sus víctimas que para no perder la oportunidad deben realizar una transferencia a una supuesta cuenta de la escribana que homologará el contrato de alquiler. La cifra que le pidieron a uno de los pergaminenses que cayó en la trampa fue de 20 mil pesos. Una vez realizada la transferencia, y cuando los delincuentes constatan que fue acreditada en su cuenta bancaria, las víctimas ven con asombro que son bloqueadas por WhatsApp y al ir a la publicación de Facebook esta ya no existe más.
Es importante recordar que la estafa nace con la publicación de la fachada de una casa real de nuestra ciudad, mientras que las fotos de los interiores no pertenecen a la misma casa, son falsas. Y por supuesto, la cuenta de la escribanía tampoco existe.