Llega el correo de Darian, me recuerda que en mayo llega el Hot Sale y lo que sale es esta columna, un viernes de garúa intensa donde algunos temas queman porque quiero terminar temprano. Fuego, se prende fuego el correo y llegan los pedidos vinculados a una fecha que ya satura. En la columna de hoy, el carácter insoportable de algunas ofertas.
Sale, ofertísima, hot, ciber, black y no se cuantas denominaciones más que se utilizan para disfrazar de oportunidad a muchas cosas que no lo son. En medio quedan las verdaderas, las que valen la pena, las que pierden potencia porque ya estamos saturados de tanto grito promocional.
Estamos quemados, nuestra cabeza ya no logra discernir entre lo que realmente es interesante y lo que no vale la pena. Porque además tenemos un gran problema y tiene que ver con los precios: es que ya no sabemos el valor de las cosas; por lo tanto, es imposible reconocer un descuento.
Es innegable que estamos frente a una sobreabundancia que nos fatiga, que dificulta nuestra capacidad de tomar decisiones, una cacofonía visual que agota la capacidad de cualquier estímulo comercial. ¿Nos estaremos perdiendo de algo verdaderamente interesante?
Sillones, sommiers, electrodomésticos, indumentaria. Sale o sale. Y los portales de noticias, redes sociales y sitios webs se completan de banners que gritan en busca de un poquito de atención. Una semana en la que, como usuarios de medios, intentamos escapar, correr en busca de las crucecitas que nos permiten cerrar esas propuestas.
Algo anda mal. Quizá lo más lógico sería que los comerciantes eviten esa fecha especial cuando todos asisten para comunicar lo mismo que todos comunican. Dejarla pasar, armar propuestas lógicas, interesantes, constantes y no solo un oportunismo que, en realidad, no termina siendo real. Porque la gente ya no cree en las ofertas y eso es lo peor que puede pasarle a quien tiene que comunicar para vender.
El desafío es buscar el equilibrio, mejorar la experiencia de los usuarios y evitar la insoportable presencia de las ofertas.
Sale o sale. ¡Sale la columna de hoy!
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