Hace ya algún tiempo advertí en esta columna de opinión que el ajuste que estaba implementando el gobierno provocaría efectos no deseados que ahora estamos soportando, como una caída importante del consumo, el cierre de Pymes y reducción de turnos de trabajo en las grandes empresas, que provocarán despidos y caída de los ingresos familiares y una importante baja en la recaudación de impuestos, como consecuencia de esta recesión.
Desde el mes de enero y febrero, la caída de la recaudación ha sido significativa, lo que pondrá en aprietos al gobierno para continuar sosteniendo el equilibrio en las cuentas fiscales. Es notable la merma generalizada en toda la actividad del comercio y la industria. Se salvan solo el sector agropecuario, con una importante cosecha, y el sector energético, con la producción de Vaca Muerta en continuo ascenso.
En este escenario se estima una disminución del PBI para este año, lo que provocará menos puestos de trabajo y una actividad económica deprimida.
Por supuesto que esta política de ajustes tiene que ver con el objetivo inmediato de bajar la inflación a un dígito en pocos meses, pero lo que el gobierno no tiene que perder de vista es que quienes están soportando una buena parte de este ajuste son la clase media y los jubilados, generando una mayor cantidad de pobres en el corto plazo.
La pregunta ahora es hasta cuándo soportarán todos estos sectores de la sociedad la pérdida continua de la capacidad de compra, y más aún si el gobierno pese a este esfuerzo no logra bajar la inflación a corto plazo.
Por eso hasta el FMI en estos días, no obstante de elogiar el plan, advierte sobre el impacto del ajuste sobre las clases sociales más vulnerables. En el ámbito local obviamente estos ajustes también tendrán sus consecuencias en la industria y el comercio, agravado también por la falta de presupuesto a la universidad, que provocará la falta de recursos para su continuidad durante el año en curso. Y por supuesto, también el Municipio sentirá el impacto del ajuste con la caída de la recaudación.
Hace unos días nos enteramos que el gobierno ha resuelto el despido masivo en organismos del estado. Hay que tener cuidado que esto no se utilice como persecución política y se despida a personal con muchos años de servicio.
Los argentinos estamos acostumbrados a soportar estas crisis económicas desde hace muchos años y siempre nos preguntamos si será la última.
Una buena parte de la población apostó a este gobierno para cambiar el paradigma. El tiempo lo dirá.
Aldo García López
DNI 4974484
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