El fallo de una jueza de Nueva York que puede obligar a la Argentina a pagar una suma multimillonaria por la polémica expropiación de YPF representa un dolor de cabeza inesperado para el ministro-candidato Sergio Massa, quien busca recuperar el protagonismo para meterse en el balotaje el 22 de octubre próximo.
"No nos entra un kilombo más", repitió varias el jefe del Palacio de Hacienda, antes de ser ungido candidato presidencial.
Parece que su apreciación era incorrecta. Los problemas llueven sobre la gestión económica y siguen apareciendo dificultades que ponen a prueba los niveles de resiliencia de un ministro de Economía que continúa poniendo el cuerpo, aunque la realidad le devuelva sinsabores casi a diario.
El fallo puede disparar una deuda de US$ 16.000 millones para el Tesoro argentino, en un país sin reservas en el Banco Central.
La Justicia de los Estados Unidos se viene ensañando con la Argentina desde hace años, porque considera que el país es un "incumplidor serial", y parece estar dispuesta a darle un escarmiento tras otro.
La jueza que emitió el fallo sobre YPF es Loretta Preska, una reputada magistrada con tendencia a defender el libre mercado, que ahora le dio la razón a un fondo buitre, como ya lo había hecho su antecesor, el ya fallecido Thomas Griesa, en la causa iniciada por los holdouts, aquellos grupos que rechazaron el canje de deuda de la Argentina.
El fondo inglés Burford salió beneficiado ahora, ya que compró los derechos de litigar contra la expropiación de YPF en 2012 impulsada por Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
La magistrada consideró adecuado el esquema de compensación que propuso Burford, que dijo que el resarcimiento debe rondar los US$ 16.000 millones; el Estado argentino, en cambio había indicado que esa cifra debía ser de US$ 5.000 millones.
Si se confirma que la Argentina debe realizar el pago se tratará de una sentencia sin precedentes por el monto. De hecho, será la peor sentencia condenatoria que la Justicia de los EE.UU. haya aplicado jamás a un país.
Los intereses se computarán desde el 3 de mayo de 2012, cuando el Congreso aprobó la ley para expropiar el 51% de las acciones de la principal petrolera del país.
El analista Sebastián Maril publicó fragmentos del fallo de la magistrada sobre la expropiación efectuada en 2012 por el gobierno de Cristina Kirchner. "Kicillof declaró descaradamente que sería ´estúpido´ cumplir la ley de la propia YPF o respetar sus estatutos", aseguró Preska en un tramo del fallo.
La disputa en los tribunales neoyorquinos buscaba determinar el monto que la Nación deberá pagar. El fallo de Preska implica el monto máximo que se estipulaba, representando el juicio más costoso que Argentina tiene en el exterior y uno de los más importantes en la historia de las cortes de Estados Unidos.
Burford Capital continuó el litigio iniciado por los accionistas Petersen Energía Inversora y Eton Park Capital Management LP, quienes, según documentos judiciales, tenían derecho a un 70% y 75% de los daños, respectivamente.
Argentina quería que Preska indicara que la fecha de expropiación había sido el 7 de mayo de 2012, cuando salió la ley de expropiación. De esa forma, la compensación sería desde ese día. Además, el país buscaba que la tasa de interés anual retroactiva que le iban a aplicar (desde 2012, cuando se expropió, a 2023) fuera del 0%. Eso daría cerca de US$ 5.000 millones.
El fondo Burford consideraba que la intervención de YPF se materializó el 16 de abril, cuando el ministro de Economía de ese momento -Kicillof- fue nombrado interventor de la empresa y desplazó a los accionistas privados. Desde ese momento hasta el 7 de mayo, las acciones de YPF cayeron 25%.
En ese escenario, Burford hubiera cobrado alrededor de US$ 8.300 millones, aun con un 0% de interés, como quería Argentina. De todas formas, los litigantes aspiraban a que les reconocieran una tasa del 8% anual, lo que llevaría el cheque a US$ 16.000 millones, lo que finalmente decidió la jueza.
Preska no solo utiliza la tasa de 8% porque se lo pidió Burford, sino que en su fallo aclara que la Corte determina ese interés porque le resulta "apropiado y equitativo".
Los estatutos de YPF establecen que si algún accionista se hace del 51% de las acciones (como sucedió cuando el Estado nacional y las provincias expropiaron esa participación de Repsol), debe ofertar para comprarle al resto. Argentina incumplió esa condición, que YPF aceptó para cotizar en la Bolsa de Nueva York.
Burford acreditó tener acciones por el 29% de YPF y reclamó una compensación.
La Argentina, para apelar, deberá ir a la Cámara de Apelaciones y si no obtiene lo que busca allí, recurrir a la Corte Suprema de Justicia. Hasta ahora, el país perdió todas las apelaciones que hizo.
¿Pueden ser demandados Cristina Kirchner y Kicillof?
El ex procurador del Tesoro durante el gobierno de Mauricio Macri, Bernardo Saravia Frías, dijo que para tomar dimensión de lo que representa el fallo, hay que recordar que el valor de mercado de YPF ronda los US$ 5.000 millones.
"Habría que pensar si los funcionarios responsables de un fallo en contra por US$ 16.000 millones de dólares deberían ser demandados por daños, perjuicios y mal desempeño de funcionario público", señaló.
"Se nos dijo que no nos iba a salir un centavo. Más, que nos tenían que indemnizar. Ya pagamos 5.000 millones de dólares a Repsol para arreglar a las apuradas un reclamo que inició el que fuera accionista mayoritario. Ahora, la frutilla del postre, a raíz de esta demanda iniciada por el fondo Burford, que compró su derecho en el juicio por tan sólo quince millones de euros. Sí, así como se lee. Ahora tiene un crédito de miles de millones de dólares, un treinta por ciento del cual pertenece a la empresa española Petersen, controlante de la accionista de YPF, que ingresó en su momento como especialista de mercados regulados y hace unos años le vendió al fondo el crédito litigioso", dijo Saravia Frías.
Señaló que el resultado del juicio "refleja la desidia, la negligencia y el desconocimiento técnico con el que se tomaron las decisiones. Con ese grado de impunidad que suele dar el poder, que hace creer que lo efímero es permanente".
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