La búsqueda de respuestas rápidas y eficaces fueron siempre un deseo latente en la sociedad. Históricamente, esta búsqueda se canalizaba a través de personas que no solo tenían información sino además, con el paso de los años, habían constituído conocimiento y experiencia en un tema. En la columna de hoy hablaremos sobre un “atajo”, porque “el mandato” indica que no hay tiempo y necesitamos resultados inmediatos.
El imaginario sobre el futuro fue siempre motivo de inspiración para la ficción, dibujos animados, películas y series conforman una muestra de lo que sucedería. Con el “diario del lunes”, algunas quedaron como un paso de comedia, una proyección exagerada que por lo general se focalizaba en los “dos mil”, como un punto donde convergerían todos los cambios tecnológicos posibles e imaginados.
En la actualidad, todos hablan del Chat GPT, muchos desde el desconocimiento, sobre todo porque queda bien mencionarlo en una reunión o en un asado. Al parecer la “carrera” es esa, postularse como un “sabiondo” y presumirse como persona actualizada que está a la vanguardia de “lo que viene” porque lo que “pasó” ya no sirve.
No es mi intención negar que estas herramientas son de mucha utilidad, por el contrario creo que todas llegan para ser exprimidas al máximo, siempre dentro de un contexto donde la interpretación y el sentido crítico deben primar. Sobre todo cuando hay empresas que teniendo tanto camino por recorrer refieren a tecnologías que no aplican a su negocio y les falla el WI-FI.
Hay cosas que necesitan tiempo, procesos. No todos parten desde el mismo lugar y por tal motivo lo que puede ser útil para una marca o empresa es estéril para otra. Se trata de entender que ir detrás de la novedad es una carrera que no todos deben iniciar, aún cuando este chat tenga un nombre que transmite sensaciones de un fórmula uno (GPT).
Hasta que algo o alguien demuestre lo contrario, seguimos siendo personas, que trabajamos para personas, en empresas conformadas por personas, que luego se van a su casa donde se encuentran con personas y se relacionan como tales. Por todo esto, para mi la única realidad de los negocios es un lema fundamental, “si ayuda a la gente, ayuda al negocio” y el foco debe estar puesto ahí. ¿Chat GPT? Primero, hablemos.
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