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Una economía que llega condicionada al cierre del año
PERSPECTIVAS

Una economía que llega condicionada al cierre del año

“Está mal, pero no está tan mal”. Así podría resumirse a la economía sobre el filo de este 2022 y a casi cinco meses de que asumió Sergio Massa.

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“Está mal, pero no está tan mal”. Así podría resumirse a la economía sobre el filo de este 2022 y a casi cinco meses de que asumió Sergio Massa. El funcionario, que rápidamente se sacó el corsé de “superministro”, pero logró estabilizar la crisis económica que heredó, puede darse por satisfecho con el resultado.

Los últimos datos de inflación, que no son concluyentes para decir que la tendencia a la desaceleración se mantendrá, fueron un triunfo para el tigrense en esta etapa de apaciguar las aguas sin demasiadas aspiraciones de largo plazo más allá de arribar al calendario electoral 2023. “Logró que los que decían que no se llegaba ahora expliquen por qué se está llegando y probablemente se llegue sin que explote una bomba”, resumía un empresario de una multinacional, que no es “massista” ni mucho menos. “Es sorprendente cómo con tan poco pudo enderezar esto. Pero si lo pensas, es lógico: lo que propone es lo que dice cualquiera en la oposición.

Llegamos al punto en donde no se discute el tema fiscal, monetario, ni que tenemos que ir a un valor único del dólar. Eso es un avance”, afirmó. 

Plan “llegar” 

Claro, la gran diferencia es la velocidad y profundidad de las medidas para llegar a esos objetivos, hoy aún muy lejanos. Está claro que Massa no tiene ningún incentivo en ir a fondo con ninguna medida, que será costosa, mientras que la oposición quiere presionar a que el “sapo se lo coma él”. Así las cosas, el ministro extiende su “Plan Llegar” para sorpresas de varios en la City.

Por ahora, el ministro sumó a su plan de sobrevivir en Mecon lo que algunos denominan “Plan Freezer”, que es el congelamiento (charlado) de precios para llegar a bajar la inflación. ¿Alcanza con eso?

Pareciera que, para transitar diciembre, está siendo claro que sí. Ahora, pasar el verano es otra cosa. “Luego de diciembre, en el verano de 2023 bajará la demanda de dinero y el Tesoro deberá seguir consiguiendo renovar deuda en pesos. Por los dólares, durante enero-marzo bajará mucho la oferta y el BCRA deberá abastecer a importaciones para cumplir Precios Justos. Por lo anterior, suena creíble que baje un poco la inflación, porque el grado de acatamiento viene siendo alto”, dice Fernando Marull, director de FMyA.

“Esto es por represión. El Plan Freezer puede ayudar a bajar un poco la inercia, y la inflación bajaría a un promedio de 6%. El 4% prometido por Massa hoy suena ambicioso, y para eso son necesarios dólares oficiales, justamente lo que va a faltar hasta que entre la cosecha en abril de 2023”, advierte.

De ahí que el primer obstáculo que tendrá que sortear Massa es cómo pasar el verano con pocos dólares y muchos pesos dando vueltas. Algo de eso se viene anticipando en el movimiento del dólar blue, el callejero que se mueve entre aquellos que no quieran pasar por el sistema “blanco” y los que directamente operan fuera de los radares de la AFIP. Pasó en dos semanas de $312 a casi $340. Ya está más caro que el MEP (en blanco) y se acerca al CCL.

¿Por qué pasa eso? El banco CMF advierte que el desequilibrio en el mundo pesos, más allá de un cierre de año correcto con la última licitación, “muestra signos de preocupación crecientes de cara a lo que viene”. Y Aurum Valores recuerda que el BCRA lleva emitido más de 7% de la base monetaria de noviembre por dólar soja. Las compras netas de reservas superan los U$S 1.100 millones a un costo de casi $282.

Según sus estimaciones de CMF, ante intervenciones por parte del BCRA y participación de entidades públicas, la deuda del Tesoro mantiene cada vez un menor porcentaje de tenencia por parte de privados. “Esto, como primer rasgo, denota una mayor acumulación de riesgo BCRA y público en general, que, si bien ha solucionado la incertidumbre de rolleo de corto plazo, podría implicar una nueva fuente de emisión futura que se le suma al alto porcentaje de déficit cuasifiscal medido por Leliqs”, resaltan.

“Esta solución a medias tampoco garantizaría una tranquilidad en materia cambiaria, ya que el porcentaje de privados sin renovar podría alterar el equilibrio incrementando su demanda por CCL. Una mejora sustancial en materia monetaria será fundamental para reducir la incertidumbre”, alertan. Pero a Massa lo ayuda el tímido interés que hay por los activos argentinos. En diciembre, los bonos y las acciones volaron más del 20% en dólares.

Desde que Cristina fue condenada por corrupción y se bajó de una carrera presidencial en 2023, los activos tomaron algo más de ímpetu. Los bonos en dólares que habían caído en desgracia con paridades de 22 centavos están en 35. Mejora significativa, pero desde el décimo cuarto subsuelo.

Lo mismo con las acciones: a pesar del fenomenal rally, hay varios papeles que están entre 50% y 80% por debajo de los precios que tenían antes de que el tándem Fernández-Fernández ganaran las PASO en 2019.

¿Se llega mejor de lo que parecía cinco meses atrás? Claramente sí. Ahora, el camino está lejos de haberse despejado. Pero al menos el conductor ya demostró que sabe manejar con el precipicio al costado.

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