El radicalismo bonaerense fumó la pipa de la paz. Finalmente hubo acuerdo tras intensas negociaciones y se abrochó una lista de unidad para la renovación de autoridades del Comité Provincia. La contienda prevista para el 13 de noviembre se tachó del almanaque y no será necesario ubicar a algún sector partidario en el bando de los perdedores. Sin embargo, el desenlace de la refriega neutralizada dejó un claro ganador: Facundo Manes.
El neurocientífico asoma como el precandidato radical más firme para la Presidencia. Pero en las últimas semanas, al calor de sus críticas a la gestión de Mauricio Macri, fue zamarreado tanto por dirigentes del PRO como de su propio partido. La interna radical de su propia provincia, que amenazaba con desmadrarse por el enfrentamiento entre Maximiliano Abad en alianza con Evolución de Martín Lousteau. y Gustavo Posse, representaba una oportunidad para Manes de demostrar fortaleza en su propio distrito. Los hermanos Manes -Facundo y Gastón, presidente de la Convención Nacional del partidono sólo estuvieron atentos al desenlace. Fueron, se comenta en fuentes partidarias, actores centrales de la decisión de avanzar hacia la unidad. Las negociaciones estuvieron en manos de Abad y los delegados de Posse, pero el neurocientífico siempre estuvo informado del escenario de tensión que se estaba generando. Al final, fue gravitante en el destrabe: el intendente de San Isidro se quedó con un lugar en la mesa de conducción del partido y ubicará a un hombre de su extrema confianza, el diputado provincial Walter Carusso, en la estratégica secretaría general.
Para Manes, que hace poco más de un año decidió incursionar fuerte en política y enfrentar al PRO en las Primarias de Juntos por el Cambio como candidato a diputado nacional, el escenario bonaerense es clave. Fue la UCR de la Provincia la principal promotora de su postulación y más allá de que construye en otros distritos del país, es su principal base de sustentación dentro del radicalismo. Por eso, mostrar que “su” provincia exhibe un radicalismo unido supone un gesto de fortaleza interna. Dirigentes que estuvieron en el proceso de negociación siempre tuvieron en cuenta ese escenario. De hecho, en algún punto de la negociación cuando las posiciones se tornaban irreductibles, el possismo describía a Manes como el principal perjudicado si la interna se terminaba desatando. “Es un mensaje al partido. Facundo puede mostrar un distrito ordenado, trabajando en su proyecto”, señalaban dirigentes de la UCR bonaerense.
Esa lectura tenía un destinatario central: el jujeño Gerardo Morales, presidente del Comité Nacional. Morales fue un muy duro crítico de Manes luego de que el neurocientífico saliera a cuestionar a Macri. Y también, aunque en los últimos días salió a hablar de “fórmulas cruzadas” con el PRO, está anotado en la carrera presidencial como contendiente del médico bonaerense. El mensaje de unidad que mostraron los radicales de la Provincia tienen además otros destinatarios: sus socios en Juntos por el Cambio. “Es una señal diferenciadora en relación al PRO. Exhibe nuestra cohesión en la Provincia”, describen en el partido centenario.
Esa referencia no es casual: el partido fundado por Mauricio Macri afronta una disputa interna por momentos feroz que se traslada a la Provincia, donde emerge un abanico de candidatos a gobernador, casi para todos los gustos: Diego Santilli, Cristian Ritondo, Joaquín De la Torre y Javier Iguacel. Abad seguirá como presidente del Comité Provincia, secundado por Erica Revilla, actual senadora y representante de los intendentes. Posse pondrá el secretario general y la tesorera seguirá siendo la diputada Nazarena Mesías, si bien del sector Abad, viene en representación del Conurbano
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