¿Qué va a pasar con el acto del 17 de octubre, esa fecha fundacional del peronismo que suele venerarse? Parece que el oficialismo no se pone de acuerdo sobre cómo conmemorarlo este mes, cuando se cumplen 47 años de la movilización de trabajadores que pidió por la liberación del entonces coronel Juan Perón.
La cosa tiene tintes de novela de enredos. Parece que la agrupación cristinista La Cámpora tenía pretensiones de acaparar esa fecha para hacer una movilización en solidaridad y respaldo a la vicepresidenta Cristina Kirchner, víctima de un atentado fallido el 1 de septiembre pasado.
EL EVENTO PENSADO
Antes de ese intento de magnicido se estaba preparando un evento del peronismo bonaerense para respladar a Cristina ante el pedido de condena a 12 años de prisión que hizo la fiscalía en la causa conocida como Vialidad, donde se investiga el desvío de fondos de obras pública en favor de Lázaro Báez durante su gestión presidencial de dos períodos. Iba a ser en el Conurbano, el territorio que la vice reconoce como propio y donde cosecha respetables índices de adhesión.
Ese acto, comprensiblemente, se suspendió por el ataque. Y los cristinistas empezaron a mirar al 17 de octubre como fecha posible para unificar liturgia peronista y rechazo al supuesto “lawfare” que ellos dicen que persigue a Cristina. Se habló de un acto multitudinario en la avenida 9 de julio. Pero, hete aquí, que la semana pasada el presidente Alberto Fernández, que es el titular del PJ a nivel nacional aunque pocos lo recuerdan, cenó con los llamados “Gordos” de la CGT. Se habló allí de varios temas.
LA CONFLICTIVIDAD
Uno: la conflictividad a la que llegó la paritaria del gremio del Neumático, un sindicato de izquierda dura que no tiene terminal clara en la central de trabajadores, pero que interpela la metodología más dialoguista de la CGT para arreglar salarios. Dos: Alberto propuso a los gremios realizar un acto en Tucumán por el 17 de octubre, con ellos y con los gobernadores peronistas como masa crítica central. Actores estelares para hablar de la necesidad de una unidad justicialista que, en verdad, pocos creen que exista.
Esa reunión de Alberto F. con los capitostes cegetistas provocó la ira del líder camionero Pablo Moyano porque no fue invitado. En esa lógica binaria que hoy divide al justicialismo, Moyano Jr. -uno de los tres triunviros de la CGT- está más cerca de la férrea visión políticoeconómica de Cristina que de la del Presidente.
Esa reunión de Alberto F. con los capitostes cegetistas provocó la ira del líder camionero Pablo Moyano porque no fue invitado. En esa lógica binaria que hoy divide al justicialismo, Moyano Jr. -uno de los tres triunviros de la CGT- está más cerca de la férrea visión políticoeconómica de Cristina que de la del Presidente.
LOS OFENDIDOS
No obstante, Alberto invitó luego a comer a Pablo para que baje su enojo pero aparentemente eso ofendió a los otros dos del triunvirato gremial: el sanitarista Héctor Daer, amigo del Presidente, y el estacionero -porque maneja el gremio de los cargadores de naftaCésar Acuña, de buen diálogo, sobre todo, con Sergio Massa. Este dúo es el que fue a comer primero a Olivos y siente que son los que realmente bancan a Alberto ante las embestidas de su vice y además le ponen una cierta contención al descontento general por la escalada inflacionaria que carcome el salario.
¿Cómo terminó todo? Parece que por la idea del acto tucumano, que no contemplaba a Cristina como centro, se enojó La Cámpora que, vía Máximo Kirchner, conduce el poderoso PJ bonaerense. Máximo insiste en la estelaridad de su madre como motivo convocante. Y los sindicatos, al parecer, ahora prefieren algo más acotado a su lógica fundacional, a su discurso histórico profundamente peronista, como para resaltar la diferencia que existe entre ellos y los representantes trotskistas que le disputan poder en fábricas y delegaciones.
MOVIDA DE LA CGT
Así, ayer se reunió la CGT para organizar un evento propio en el estadio de Obras Sanitarias, el lunes 17 al mediodía. Traducido: sin La Cámpora, aunque públicamente no cerrarán la convocatoria a nadie. ¿También sin Alberto F.?
No se dirá en público pero se trata de un adelanto de la tensión que se vendrá: los gremios de tradición justicialista, no alineados con la Vicepresidenta, están avisando que no quieren quedar afuera de los cierres de las listas electorales del PJ del año que viene. Ya les ha pasado más de una vez. De hecho, actualmente la gente de Daer y Acuña tiene poca representación parlamentaria nacional. ¿Motivo? Hay mucho legislador gremial pero de extracción K.
Por eso, en la reunión de ayer - realizada en la sede de la UOCRAlos Gordos y los barrionuevistas anunciaron la creación de un “espacio político gremial” (“Corriente Político- Sindical Peronista”): es justamente para pelear las candidaturas en el 2023. De manual.
TIRONEO SORDO
Asoma un tironeo subterráneo en la CGT entre los pocos que quieren que vaya el presidente al acto propio de Obras y los que preferirían que tenga la agenda completa. Si concurre, difícil que no sea el orador central porque es el presidente del partido. Dato: ayer los gremios se juntaron en UOCRA sin Moyano Jr. y sin las organizaciones que integran la Corriente Federal del cristinista Sergio Palazzo (Bancarios). Es una foto de la división de hecho que existe hoy en la central. Los presentes decidieron no ir al acto de Tucumán que ideó Fernández.
¿Se hará finalmente ese evento? Hasta anoche, no estaba claro en consulta con fuentes oficiales si seguía en pie o sólo quedará como una idea que se tiró entre copa y copa de malbec servido en la quinta presidencial aquella noche de la cena polémica
Compartir