Batakis dio una señal, pero los mercados dicen “ver para creer”
"Creemos en el equilibrio fiscal, a partir de ahora no vamos a gastar más de lo que tenemos", fue la primera definición que dio la funcionaria, que asumió de apuro ante la renuncia de Martín Guzmán el sábado 2 de julio.
Un rato antes de que abrieran los mercados, la ministra de Economía, Silvina Batakis, buscó transmitir una señal de confianza a los agentes económicos al enfatizar que el Estado dejará de gastar por encima de sus posibilidades.
"Creemos en el equilibrio fiscal, a partir de ahora no vamos a gastar más de lo que tenemos", fue la primera definición que dio la funcionaria, que asumió de apuro ante la renuncia de Martín Guzmán el sábado 2 de julio.
Un rato después el presidente Alberto Fernández ratificó esa promesa al pedir que los mercados entiendan que reducirán el déficit fiscal en forma paulatina. Habrá que ver cómo reacciona la vicepresidenta Cristina Kirchner -quien sostiene que el déficit fiscal no es un problema- ante semejante promesa. Si logra cumplir el objetivo, Batakis, y por qué no Alberto Fernández, pueden pasar a la historia de una Argentina que sólo pudo mostrar equilibrio fiscal durante el gobierno de Néstor Kirchner desde el retorno de la democracia. La funcionaria necesitaba dar sí o sí alguna señal contundente a los mercados y creyó conveniente pronunciar esa promesa, pero los financistas seguirán con lupa si el objetivo se cumple.
Anuncios como mantener el acuerdo con el FMI, tender al equilibrio fiscal, congelar el ingreso de personal a las reparticiones públicas, que se gaste sólo lo que ingresa y que no piensan en defaultear permiten concluir que Batakis comentó lo que los mercados querían escuchar. Por eso la primera reacción fue un retroceso de la cotización de los dólares en sus distintas modalidades, aunque por un arrastre global cayeron las acciones argentinas en Wall Street y subió el riesgo país.
Tarifas
Uno de los ejes de la mejora en las cuentas públicas está vinculado con el recorte de subsidios a la energía. Sobre ese punto estratégico, Batakis anunció que el viernes próximo será abierto finalmente el registro para empezar a implementar la segmentación para que quienes estén en condiciones soporten el costo pleno de la electricidad y el gas. Fue una de las razones por las que Guzmán renunció, ya que siempre le pusieron trabas desde el kirchnerismo para implementarlo.
Batakis buscó mostrar que habrá un equipo coordinado de trabajo en el área económica, y por eso se mostró en forma sorpresiva junto a los ministros de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli; de Turismo y Deportes, Matías Lammens; y de Agricultura, Julián Domínguez; el titular del Banco Central, Miguel Pesce; y la jefa de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
"Las cuotas presupuestarias mensuales que el Ministerio de Economía otorga para hacer la ejecución de erogaciones va a ser acorde con la proyección de caja real", avisó. Y agregó: "No vamos a gastar más de lo que tenemos", una frase que suena a música en los oídos de mercado financiero.
Batakis anunció así medidas para que el Tesoro cuente con más pesos a la hora de financiarse. Dijo que se hará una modificación en la ley de Administración Financiera: la primera para que todos los organismos del sector público nacional estén en el manejo de presupuesto y erogaciones.
La segunda para que todos los efectivos de cada uno de los organismos estén dentro de la planificación del Estado Nacional, lo que liberará unos $600 millones. También decidió migrar el Organismo de Evaluaciones Inmobiliarias desde la AFIP al Ministerio de Economía. Es decir, se buscará que sobre los inmuebles se tribute a valor real, lo que puede disparar la recaudación, ya que hasta ahora se viene haciendo a valor fiscal, que es mucho menor.
"Vamos a trabajar la metodología para hacer comparables la valuación en todas las provincias y ciudades, y ser más justos con todos los contribuyentes", explicó.
La ministra vino dando algunos lineamientos básicos vinculados al Fondo Monetario Internacional, su visión sobre la moneda extranjera y encarar este proceso generando certidumbre. Aprendiendo de experiencias anteriores, la ministra evitó hablar con el corazón y apeló directamente al bolsillo. Habrá que ver cómo se consolida la respuesta de los mercados en los próximos días, decisivos para el futuro de la Argentina.