Opinión
PANORAMA PROVINCIAL

Amagues en el radicalismo y coqueteos incómodos del PRO

La reunión terminó opacada por la explosiva, audaz e impensada jugada de Cristina Kirchner. Pero hasta que estallaron los teléfonos con los mensajes del resultado de aquel movimiento de la vicepresidenta tendiente a dejar a Juntos por el Cambio sin un representante en el Consejo de la Magistratura, la plana mayor del radicalismo había comenzado a analizar los enigmas que hoy plantea la principal alianza opositora.

En La Plata, los popes nacionales de la UCR se juramentaron seguir sosteniendo la unidad con el PRO. Pero esa decisión no llegó exenta de la preocupación que genera los coqueteos de algunos dirigentes del macrismo con el libertario Javier Milei.
Intentando algún ejercicio de introspección, el presidente del Comité Provincia del radicalismo, Maximiliano Abad, disparó en los albores de esa noche agitada una definición fuerte. “A veces nos falta vestuario”, dijo, en lo que pareció un mensaje en el sentido de que, a su juicio, su partido debe discutir más y exhibir una posición un tanto más enérgica hacia sus socios.

Abad exhibió esa preocupación ante los presidenciables de su espacio como Facundo Manes, Gerardo Morales y Alfredo Cornejo. Acaso habría que seguir esa lógica en la necesidad de los radicales bonaerenses de ganar musculatura frente a un escenario que no les asoma fácil. Al contrario del PRO donde florecen candidatos a la Gobernación, la UCR parece estar sembrando en tierra yerma.

Manes soltó sin tapujos que no cuenten con él para asumir ese rol. “No voy a ser candidato a gobernador”, dijo. El mensaje retumbó fuerte en las modernas instalaciones del Comité Provincia: el neurocientífico tiene como único objetivo ir por el premio mayor. El de Manes es, casi con seguridad, el nombre más instalado de la UCR en la Provincia producto del auspicioso bautismo de fuego del año pasado cuando perdió en forma ajustada la Paso de Juntos con Diego Santilli.

El economista Martín Tetaz es otro de los que viene caminando fuerte, pero su pertenencia al sector de Martín Lousteau le condiciona algunos movimientos. El senador nacional apuesta fuerte a competir por la jefatura de Gobierno porteña y Tetaz podría ser una pieza funcional a ese objetivo.

¿Y Abad? El diputado marplatense dice que falta mucho para definir candidaturas y escapa a una definición. Pero en sectores del radicalismo creen que no habría que descartar a este legislador cercano a Ernesto Sanz.

Este escenario de incertidumbre radical que contrasta con la voracidad que exhibe el PRO con aspirantes que surgen por aquí y por allá, podría cambiar drásticamente si las elecciones bonaerenses se terminan desdoblando de las nacionales como vienen sugiriendo dirigentes del peronismo y rechazando Kicillof. Obligaría a la UCR a salir a buscar un nombre fuerte, excepto que se llegue a un desenlace armonioso con el PRO. “Fórmulas swingers”, como jocosamente definen avezados dirigentes opositores. Esto es, macristas y radicales compartiendo binomios para ir a las Paso.

Este desenlace hoy no aparece en el escenario nacional y bonaerense. Menos aún si la aventura que animan algunos dirigentes del PRO para sumar a Milei llegara a un improbable buen puerto. Buena parte del radicalismo rechaza esos coqueteos y existen amenazas en el sentido de ir hacia una Convención nacional para, eventualmente, rediscutir la coalición.