El Senado de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley el Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal Impositiva, dando luz verde a la hoja de ruta económica del Gobierno provincial tras la aprobación en la Cámara de Diputados.
Si bien el proyecto oficial contempla cifras millonarias destinadas a áreas clave como Salud ($1,7 billones de dólares), Promoción y Asistencia social ($1,7 billones), Educación ($1.300 millones de dólares) y Seguridad ($1,4 billones), la bancada opositora manifestó un rechazo rotundo, argumentando una "absoluta falta de diálogo" por parte del oficialismo.
La diputada provincial Laura Ricchini (PRO), representante de la Cuarta Sección Electoral, vertió duras declaraciones inmediatamente después de la votación, asegurando que ambos proyectos "estaban completamente alejados de las necesidades y de las respuestas que necesitan los bonaerenses".
Ricchini apuntó directamente al Gobernador, señalando que "el único fin de la gestión parece ser el aumento de impuestos", una acción que, según la legisladora, no se ve reflejada en una mejora de los servicios esenciales que debe proveer la Provincia. "Vimos un Presupuesto y una Impositiva que estaban completamente alejados de las necesidades de los bonaerenses. El único fin del Gobernador es aumentar impuestos, que después no los vemos traducidos en mejoras en los servicios que tiene que brindar la Provincia en salud, en seguridad, en educación. Al contrario, vemos que todo siempre está cada vez peor", afirmó la diputada del PRO.
Uno de los puntos más sensibles de la crítica opositora es la forma en que se trató el paquete económico. Ricchini lamentó la actitud del Ejecutivo, calificándola de "absoluta falta de diálogo", una postura que, según ella, impidió llegar a consensos necesarios.
Como consecuencia de lo que calificaron como un "presupuesto y una impositiva que no dan respuesta a las necesidades de los bonaerenses", la diputada confirmó que el bloque del PRO votó negativamente a ambos proyectos. "Realmente nos hubiese gustado poder dialogar, poder llegar a acuerdos, pero nos encontramos con un Ejecutivo completamente cerrado y sin ganas de dialogar," concluyó Ricchini.
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