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El Tesoro no renovó deuda por $ 620.000 millones y suma presión en el mercado
“ES UNA SEÑAL AMBIGUA”, DICEN OPERADORES FINANCIEROS

El Tesoro no renovó deuda por $ 620.000 millones y suma presión en el mercado

Declaró desiertas las LECAPs porque le pidieron tasas muy altas. Pero el temor es que ese capital vaya a meter presión en el dólar o en el interés bancario por otras vías.

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La Secretaría de Finanzas anunció que en la licitación del día de hoy adjudicó $1.755 billones habiendo recibido ofertas por un total de $2.602 billones, mientras que se declararon desiertas dos letras en pesos por tasas elevadas.

Así, la jornada dejó más preguntas que certezas. Al decidir el Ministerio de Economía no renovar la totalidad de las Lecaps que vencían este martes, libera al mercado unos $620.000 millones que ahora flotan sin ancla en un contexto de alta sensibilidad monetaria, presión sobre el dólar y -también- presión sobre las tasas de interés.

“Es una señal ambigua”, deslizó un operador de una mesa porteña. “Por un lado, muestra que el Tesoro no quiere seguir acumulando vencimientos de corto plazo. Pero por otro, deja pesos sueltos que pueden ir directo al dólar financiero”.

La preocupación no es menor. En un contexto donde el Gobierno de Javier Milei busca consolidar el superávit fiscal y avanzar hacia una eventual salida del cepo, cada movimiento sobre la deuda en pesos es leído con lupa. La no renovación total implica una expansión monetaria indirecta, justo cuando el equipo económico intenta mantener a raya la base monetaria y contener la inflación núcleo.

Desde el Palacio de Hacienda, sin embargo, relativizaron el impacto. “La operación fue exitosa. Se convalidaron tasas razonables y se estiraron plazos”, señalaron fuentes oficiales. Pero en la city, el foco estuvo en lo que no se hizo: no se absorbió todo.

El riesgo inmediato es que esos pesos busquen cobertura en el dólar MEP o el contado con liquidación, presionando las cotizaciones paralelas. A mediano plazo, el desafío es más estructural: sostener la demanda de deuda en pesos sin caer en la tentación de tasas prohibitivas o en la trampa de la emisión encubierta.

“Es un juego de equilibrio”, explicó un economista del sector privado. “Si el Tesoro deja de renovar porque quiere descomprimir vencimientos, perfecto. Pero si no puede renovar porque el mercado no le cree, estamos en otro problema”.

La licitación de este martes fue, en definitiva, un test de confianza. Y aunque el Gobierno aprobó con lo justo, el margen de maniobra se achica. En un país donde los pesos queman y los dólares escasean, cada decisión cuenta. Y cada omisión, también.

La explicación del Gobierno

El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, señaló que “esto significa un rollover de 45,68% sobre los vencimientos del día de la fecha”.

“Los instrumentos a tasa fija ofertados hoy reflejan un nivel de tasas que consideramos elevado y circunstancial en relación a los fundamentos económicos y por lo tanto han quedado desiertas cancelando deuda por $2,112 billones”, indicó la Secretaría de Finanzas.

De este modo, se declararon desiertas la Letra del Tesoro Nacional capitablizable en pesos con vencimiento el 10 de noviembre 2025 y el Bono del Tesoro Nacional capitalizable en pesos con vencimiento el 20 de enero 2026.

Se colocaron instrumentos en dólares: Letra del Tesoro Nacional vinculada al dólar cero cupón con vencimiento el 28 de noviembre 2025 por $1,152 billones a +10,09%; y Letra del Tesoro Nacional vinculada al dólar cero cupón con vencimiento el 30 de enero 2026 por $0,603 billones a 3,02%.

 

 

 

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