Los colegios de gestión privada que atienden a estudiantes con discapacidad manifestaron una "emergencia" y una profunda preocupación por la falta de actualización de los valores de las prestaciones, lo que pone en riesgo la continuidad de los servicios. La Asociación de Instituciones de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA) denunció un desfasaje de más del 70% entre los aranceles que cobran y la inflación real.
En un comunicado, AIEPA hizo público su apoyo al proyecto de ley en el Congreso que busca declarar la emergencia para el sector. La entidad, que agrupa a más de un centenar de servicios educativos para niños con discapacidades, sostuvo que "lo que está en juego no es una línea presupuestaria, sino la posibilidad de que chicos y chicas con discapacidad puedan aprender, desarrollarse y ser incluidos en condiciones reales".
Laura Giorgi, referente de educación especial en AIEPA, explicó que los colegios enfrentan un escenario crítico. "Hoy enfrentamos un desfase de más del 70% entre los aranceles que cobramos y la inflación real acumulada", detalló Giorgi. "Nuestros principales costos, como los salarios docentes, sí se actualizan, y eso nos deja con ingresos congelados y egresos crecientes".
Además del congelamiento de los aranceles que rigen desde diciembre de 2024, la Superintendencia de Servicios de Salud liquida las prestaciones con demoras de hasta 90 días, lo que, según la entidad, hace "inviable" el pago de sueldos, servicios e insumos.
El problema, según AIEPA, no solo afecta a las escuelas especiales, sino también a miles de niños que asisten a escuelas comunes y necesitan apoyos como maestros integradores, fonoaudiólogos o acompañantes terapéuticos. "Sin una mejora urgente en los honorarios y condiciones de trabajo, estos profesionales no pueden sostener su tarea, y los chicos quedan desprotegidos", advirtió Giorgi.
Desde las propias instituciones, el panorama es desolador. Alejandra Luciani, de la institución Portal del Sol en La Matanza, alertó que "la red que durante años protegió derechos está siendo desarticulada". La escuela, que tiene jornada extendida y comedor, debe afrontar aumentos en salarios y servicios mientras sus cuotas permanecen inalterables. "Vivimos una emergencia", sentenció.
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