Gabriel Di Meglio, historiador y hasta ahora director del Museo Histórico Nacional, confirmó ayer sábado que fue notificado de su desplazamiento a partir de agosto, tras cinco años de gestión: “Me avisaron que desde agosto ya no sigo. No me dieron una explicación concreta, solo que fue una decisión política”. Extraoficialmente, dijo que le indicaron que su salida estaría vinculada a sus declaraciones públicas sobre la crítica situación presupuestaria que atraviesan los museos nacionales.
“Al parecer, eso molestó. También hubo una discusión sobre el sable de San Martín, que pertenece a este museo desde 1897 por donación, y justo quien era directora nacional de museos, María Isabel Rodríguez Aguilar, será mi reemplazo”, detalló Di Meglio, sin ocultar su desconcierto por lo que calificó como una decisión sin fundamentos claros.
Durante su gestión, el museo ubicado en Parque Lezama había iniciado una profunda renovación de contenidos y exhibiciones. El historiador defendió el valor de los museos en la vida democrática y cultural del país: “Son espacios fundamentales para mantener viva la memoria colectiva. Lo que tiene el museo es que, al ver un objeto del pasado, el visitante experimenta algo único. Acá está, por ejemplo, el tintero con el que se firmó la independencia, el piano donde se tocó por primera vez el himno nacional, la bandera de Belgrano, el sable de San Martín”.
En medio de un contexto de recortes y ajuste, Di Meglio fue contundente: “Se dejó sin presupuesto a edificios históricos que requieren mantenimiento urgente. Y eso, como las rutas, si no lo atendés a tiempo, se deteriora”.
Consultado sobre el contexto político actual, expresó su preocupación: “Este es claramente un ataque general contra lo público. Recuerda a los inicios del menemismo, pero también hay un discurso violento como el de los años 70 o del siglo XIX. Eso es muy preocupante, porque cada vez se naturalizan más los abusos de autoridad y el recorte de libertades”.
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