El presidente Javier Milei encabezó ayer el acto central por el Día de la Bandera en el Campo Argentino de Polo, en Palermo, junto a todo su gabinete de ministros. Sin embargo, su ausencia en el tradicional homenaje en la ciudad de Rosario –donde participó en su lugar la vicepresidenta Victoria Villarruel– volvió a dejar en evidencia la creciente distancia entre ambos.
La ceremonia en Buenos Aires se realizó al cumplirse el 205° aniversario de la muerte de Manuel Belgrano, creador de la enseña patria. Fue la primera vez desde su asunción que Milei no asistió al acto frente al Monumento a la Bandera en Rosario. En su discurso, el mandatario aprovechó para reivindicar a las Fuerzas Armadas y criticar el rol que, según dijo, la política tradicional les asignó durante años.
“Durante años, la política utilizó a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa. Se los acusó de ser los grandes culpables de la decadencia nacional”, dijo Milei. Y añadió: “Jurar la bandera no es una formalidad, es un compromiso de vida, que puede exigir hasta darla si la Patria lo demanda”.
Villarruel y una frase clave
Mientras tanto, en Rosario, el acto conmemorativo fue encabezado por el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente Pablo Javkin.
La vicepresidenta Victoria Villarruel también asistió, aunque no pudo tomar la palabra por cuestiones protocolares. No obstante, dejó declaraciones que marcaron posición: “¿Qué mejor lugar para honrar a Manuel Belgrano? Definitivamente es el mejor lugar para estar”, afirmó. Cuando fue consultada por el acto al que asistió el Presidente en Buenos Aires, Villarruel se limitó a señalar: “No me invitaron”.
Y ante la afirmación de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich -quien había dicho que “la representación del Gobierno estará en el campo de polo”- respondió con firmeza: “Lo que digan los demás, que se hagan cargo los demás”.
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