"Sáquela del colchón y duerma tranquilo". Con esa frase, hace 33 años el gobierno de Carlos Menem -autor del Plan Bonex que congeló depósitos de los ahorristas- también promocionó una ley del Congreso Nacional que buscaba que la gente utilizara las divisas atesoradas fuera del sistema. La frase impacta vista tras los anuncios realizados este jueves por el gobierno de Javier Milei, que busca exactamente lo mismo.
Refleja, además, el carácter cíclico de los problemas económicos del país, que a lo largo de décadas parecen repetirse sin césar. Resulta preciso recordar que en abril de 1992 -en el marco de una convertibilidad que recién empezaba a caminar- se aprobó la Ley 24.073, por la cual se modificó el impuesto a las ganancias.
La norma trajo innovaciones en cuanto a los impuestos sobre activos y la exteriorización de la tenencia de moneda extranjera, divisas y otros bienes fuera del país. Pocos días más tarde, el gobierno de Menem celebró su aprobación con un aviso publicado a toda página en el que usó la misma figura que Luis Caputo para el nuevo blanqueo: aludió a sacar dinero de abajo del colchón.
"Sáquela del colchón que nadie lo va a perseguir", podría ser el lema aggiornado a este tiempo libertario. El texto se dirige a un lector que atesora en moneda extranjera y resalta que "sucesivos gobiernos lograron, a través de décadas de inestabilidad e inflación, que muchos eligieran ese camino".
Se trata del mismo argumento utilizado por Caputo. Casi calcado. A través de la ley de 1992, se podía depositar moneda extranjera por 180 días en el Banco Nación "u otra entidad financiera que adhiera expresamente a destinar esos fondos a créditos para la actividad productiva".
El aviso a toda página rezaba: "Ahora hay una excelente oportunidad para que usted invierta legalmente esos ahorros, regularizando al mismo tiempo su situación tributaria.
Médítelo, decídase y quede en paz con su conciencia, por su bien y por el del país".
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