“El FMI nunca pidió una devaluación”, aseguró Luis Caputo ante empresarios en Mendoza, en otro intento por calmar la incógnita que existe en el mundo económico sobre si el acuerdo con el organismo traerá, ineludiblemente, un sinceramiento cambiario que el Gobierno hasta acá ocultó. Los “operadores de la deva” como calificó Javier Milei en un posteo en X refiriéndose a empresarios que piden una devaluación para seguir “ganando fortunas” a costa de la “gente de bien”, volvieron al ataque.
Esta vez no son los clásicos empresarios que piden un salto del dólar (algo que, saben, es imposible bajo este esquema económico), sino que piden a gritos baja de impuestos.
Caputo ya les respondió: “Todavía no hay superávit para eso”. De hecho, todas las estimaciones de consultoras privadas marcan que el superávit fiscal de este año va a ser menor que el de 2024. Más lejos aún de la promesa de campaña.
Mirando al futuro
Llamó la atención en la City la fuerte suba en los contratos de dólar futuro en el Rofex. Los que vencen a fines de marzo, abril y mayo se incrementaron entre 1,8% y 1,9%, mientras que el resto de la curva trepó de 1,8% a 3,1%. “Es evidente que esta reacción del mercado se debe a los recientes comentarios de Milei sobre un posible acuerdo con el FMI.
Aunque circulan rumores de que el nuevo acuerdo no incluiría modificaciones al régimen cambiario (en el corto plazo, al menos), los agentes prefirieron incrementar la cobertura en el mercado de futuros”, explica Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Los rumores en torno al detalle del acuerdo con el FMI están a la orden del día. Eso no se sabrá incluso cuando el Ejecutivo lo envíe al Congreso (como decreto). Está descartado que haya algún dato relevante y solo será el pedido formal para tomar más deuda para ser canjeada por un activo de dudosa procedencia que tiene el Banco Central como son las Letras Intransferibles. En la oposición hay quienes buscarán complicar la aprobación del acuerdo si no se vuelcan los detalles técnicos. Léase, si el Fondo le pide una devaluación al Gobierno a cambio de soltar dólares.
Cayó muy fuerte en el mercado el informe de UBS donde se decía que el monto del deal con el FMI iba a ser US$ 20.000 millones. El paper lo escribió Alejo Czerwonko, un economista argentino exUCEMA que hace 11 años está en UBS en Nueva York. El monto parece elevado pero el mismo reporte habla de que tan solo habrá US$ 8.000 millones del nuevo financiamiento. O sea, la plata que estará disponible para salir del cepo tras recomponer al BCRA. Es obvio que Milei y Caputo van a vender el acuerdo resaltando el monto total, o sea el roll over de la deuda (la plata que el Fondo le da al país para repagarse a sí mismo) más el new money.
Gabriel Rubinstein, el reconocido consultor que sigue transitando por el “purgatorio” mediático luego de su paso por Economía junto a Sergio Massa, aclaró que es muy difícil que el Fondo le deje usar esos dólares para intervenir. En realidad, lo que otorga el Fondo no son dólares contantes y sonantes sino Derechos Especiales de Giro (DEG). O sea, la moneda del FMI.
El Gobierno los puede tener para mostrar más espalda financiera en las reservas porque hacen crecer las reservas brutas, pero en términos de poder de fuego tendrá que usar “liquidez propia” que tenga. Actualmente, y teniendo siempre presente la idea de que el dinero es fungible, el BCRA tiene liquidez para volcar al mercado sin tocar los DEG. “El FMI no va a dejar que usen su préstamo para mantener un dólar artificial”, aseguró Rubinstein
Tampoco queda claro, más allá de que haya o no retoque sobre el tipo de cambio, cuál es el esquema cambiario hacia adelante. En el mercado dan como un hecho de que el dólar blend tiene las horas contadas.
La consultora Equilibra, de Martín Rappetti, estimó el BCRA dejó de acumular US$ 17.682 millones a las reservas para intervenir en el CCL, sea en forma “indirecta” vía el dólar blend (US$ 16.699 millones) o directa por intervención mediante la compra venta de títulos por US$ 983 millones. Es la plata que le faltan a las reservas del BCRA para mantener “el relato” de una apreciación cambiaria inexorable por el “éxito” del programa económico. Hasta que no haya un mercado libre sin intervención donde la oferta y la demanda se encuentren a cierto precio, nadie sabe cuánto debería valer el dólar.
La advertencia de Cavallo
Ya lo dijo Domingo Cavallo, otro “operador de la deva” según Milei. En su último posteo, le repitió la receta para que el Central acumule dólares y evite una “devaluación desestabilizante”. Según el otrora mejor ministro de Economía de la historia para el Presidente (ahora no lo es y sitúa a Caputo en su lugar), hay mecanismos más eficaces para aumentar las reservas netas en las actuales circunstancias sin un salto cambiario en el mercado oficial son:
La eliminación del dólar blend para las exportaciones, de tal forma que el 100% de los ingresos por exportaciones sean vendidos al Banco Central; el aumento de los incentivos fiscales a las exportaciones y el aumento de los reembolsos de impuestos internos a la exportación de manufacturas.
¿A esto que dice Cavallo se estará refiriendo Julie Kozack, la vocera del Fondo, que habló de que “hay un entendimiento compartido sobre la necesidad de continuar adoptando un conjunto consistente de políticas monetarias fiscales y cambiarias”?
Falta poco para saberlo.
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