“No va a haber nada de Policía, Gendarmería o Prefectura en la marcha de mañana ”, afirmó un vocero de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien reveló que la orden provino de los más altos niveles del poder.
La marcha de hoy pone incómodo al gobierno de Javier Milei, que quiere mantenerse lejos de posibles incidentes. Entre los periodistas de Casa de Gobierno, ayer trascendió que fue Karina Milei quien le pidió a Patricia Bullrich que despeje las calles de fuerzas de seguridad para evitar choques con los manifestantes.
El Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich desplegará escuadrones de fuerzas federales para reforzar la seguridad de Casa Rosada (donde culminará la marcha) y del Congreso (donde iniciará la movilización).
Son dos edificios federales, pero en principio la ministra no se plegará a su propia “doctrina” para avanzar sobre Plaza de Mayo o la Plaza del Congreso, como en otras manifestaciones.
En el Gobierno tomaron nota de que, además del colectivo LGTBIQ+, se sumarán la marcha diferentes sectores con capacidad de movilización, como intendentes del Conurbano, la gobernación bonaerense, organizaciones sociales, las dos CTA y la CGT, aunque esta última no lo hará de manera institucional.
El miércoles, Bullrich mantuvo reuniones por separado con Karina Milei y Santiago Caputo. A la segunda se sumo el jefe de la SIDE Sergio Neiffert.
La Policía de la Ciudad, a cargo del ministro de Seguridad porteño Waldo Wolff, terminaba de definir en la tarde de este viernes, el tamaño y la dinámica de su propio operativo. El jefe de Gobierno Jorge Macri repudió los dichos del Presidente en el Foro Económico Mundial.
“Que hay que defender a los niños no tengo dudas, pero agarrar un caso y transformarlo es tremendamente injusto”, dijo.
En la Casa de Gobierno celebraron que Cristina Kirchner y el comité nacional de la UCR se sumaran a la convocatoria, para abonar la hipótesis de que se trata de una marcha para mostrar oposición y que exhibe una supuesta doble vara de los convocantes que no se movilizaron por casos de violencia de género que involucraron a dirigentes peronistas.
Pero el Gobierno acusó recibo del efecto negativo que suscitó el discurso del jefe de Estado en Davos, que Milei debió explicar en detalle. Por eso, en la Rosada buscan “recalibrar” el mensaje para impulsar el proyecto de igualdad ante la ley, que elimina la figura de femicidio y la “discriminación positiva” para que mujeres y minorías ocupen cargos en el Estado.
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