El gremialismo activa protestas suma a los choferes de micros
La UTA no adhiere al paro general mañana del transporte en general, pero si lo hará el jueves. Desde la Rosada buscan frenarlo.
El sindicalismo busca retomar esta semana su pulseada con la gestión de Javier Milei y lo hará con tres paros, el primero de ellos para hoy, dispuesto por los estatales de ATE -que podría afectar la atención en organismos de la administracción nacional-, junto a una huelga de casi todos los gremios del transporte mañana miércoles y el jueves la paralización del servicio de colectivos.
Dos de las tres medidas de fuerza son impulsadas por los sectores sindicales más opositores al gobierno libertario, ATE y el moyanismo, mientras que el de colectivos de las UTA se centra más en una disputa salarial con las empresas del sector, sin tanta confrontación con la Casa Rosada, que busca abrir negociaciones en las próximas horas con ese sector para que no se lleve a cabo teniendo en cuenta que afectará la movilización en todo el AMBA y también en nuestra región.
La semana de paros se produce en medio de la interna que atraviesa el peronismo, el espacio al que están alienados la mayoría de los gremios, y en momentos en que el Gobierno manifiesta satisfacción por el alza de la imagen de Milei en las encuestas.
TAMBIÉN UNA MARCHA
El paro de hoy de ATE iniciará a las 12 y será por 36 horas, ya que se plegará luego al de 24 horas del transporte; incluirá una marcha a las puertas del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que conduce el economista platense Federico Sturzenegger.
El sindicato minoritario del sector público nacional viene realizando varias medidas de fuerza por las cesantías en distintas dependencias y organismos estatales en el marco del “achicamiento” que pregona la gestión libertaria y que se reflejó en el INTI, INADI, INCA y la AFIP, entre otros.
Por su parte, el titular de ATE, Rodolfo Aguiar, viene subiendo el tenor de sus declaraciones contra el Gobierno y tildó en las últimas semanas al presidente Milei de “enfermo” y “delirante”.
“No nos bancamos más a este Gobierno. Tenemos que profundizar el plan de lucha. Hay que frenar a Milei antes de que termine de aniquilar el derecho constitucional a una retribución justa”, dijo al convocar la medida de fuerza.
Este miércoles 30 será el paro que más alcance e impacto tendrá, ya que no habrá durante todo el día servicio de trenes, subtes, camiones ni transporte aéreo y marítimo.
Sólo circularán las líneas de colectivos que controla el gremio de la UTA, que no se plegó al paro de la Mesa Nacional del Transporte por las diferencias históricas de su líder, Roberto Fernández, con los Moyano.
La medida de fuerza de mañana fue impulsada por el moyanismo, que controla una de las dos entidades que integran la Mesa Nacional del Transporte, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
También está, en esa misma mesa, la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), de la que forma parte la UTA y también La Fraternidad (maquinistas de trenes), que sí adhiere.
“El ajuste impulsado por el gobierno de Milei, el aumento de los boletos tras la quita de subsidios, el intento de privatización de Aerolíneas Argentinas, el ataque a los jubilados y en rechazo al aumento de la pobreza”, se informó en el comunicado sobre los motivos de convocatoria al paro.
SIN ACUERDO SALARIAL, PERO...
Finalmente, el jueves será el turno de los colectiveros de la UTA, que harán su propia medida durante toda esa jornada debido a que no alcanzaron un acuerdo salarial.
El gremio de Fernández mantuvo en la vícepra un encuentro con las cámaras del sector pero no se pusieron de acuerdo. “La recaudación no responde a la realidad en absoluto y en estas circunstancias es imposible arribar a un acuerdo”, indicaron fuentes del sector empresario.
La UTA había solicitado un salario básico para agosto de $1.160.000, con aumentos progresivos hasta llegar a $1.322.136 en diciembre.
Anoche trascendió que el Gobierno volverá a reunirse en las próximas horas con el gremio de los choferes para intentar llegar a un acuerdo que desactive el paro de micros, el cual afectaría a la mayoría de las líneas que circulan por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Sería a las 17 en la Secretaría de Trabajo.
El Gobierno ya no puede dictar otra conciliación obligatoria.