El Papa Francisco recibió ayer a la mañana -hora romana- a la vicepresidenta Victoria Villarruel, en una audiencia que duró casi una hora. Es un tiempo muy largo para la agenda papal, superior al que suele darse en ese ámbito entre dos personas. Por eso, fue leído como encuentro muy positivo para las partes.
Villarruel, católica conservadora, culminó así su primera gira europea, en la que se reunió previamente en España con el rey Felipe, con su par del Senado de ese país y con referentes de los partidos de derecha opositores al jefe de gobierno Pedro Sánchez. Según trascendió en fuentes vaticanas, con Jorge Bergoglio tuvo “una charla larga en un clima muy cordial, se habló de los problemas del país y el Papa escuchó atentamente los diversos temas que ella le planteó”.
“La reunión duró casi una hora en un clima de mucho afecto, con demostraciones de cariño de parte del Sumo Pontífice hacia la figura de la presidente del Senado argentino. La conversación giró sobre varios temas y, como es habitual de su parte, su Santidad manifestó su interés por la situación de nuestro país”, dijeron fuentes cercanas a la vicepresidenta a la prensa que cubrió el evento.
“Francisco se mostró contento con el encuentro y agradecido con la visita y el presente que Villarruel le llevó especialmente desde la Argentina: una estatua de un caballo con su potrillo. Además, ella le obsequió un dulce español y él le entregó un Rosario bendecido, parte de sus textos como Pontífice y otros presentes”, agregaron.
Hay un video que subió Villarruel en su cuenta de X que confirma que el clima fue muy bueno y relajado desde el principio. No podría haberse compartido la pieza sin la aprobación del Vaticano. “Buen día señora, cómo está, un gusto verla”, la recibió el Papa, que después de darle un beso de bienvenida ostentó una gota de humor: “Todavía vivo”, le dijo, cuando ella preguntó cómo estaba; y le retrucó con una pregunta pícara: “¿Y usted sobrevive?”. ¿Alusión a la situación tirante que vive Villarruel con la mesa chica que rodea al Presidente?
“Gracias a vos Santo Padre por recibirme”, se ve en otra imagen, un tuteo que habla de una relación que nació antes de que Bergoglio se mudara a Roma. En efecto, se conocían desde que era arzobispo de Buenos Aires, cuando ella fue a hablarle de las víctimas de la guerrilla en los setenta.
En las imágenes subidas, en las que el Papa va mostrándole a su invitada sus obsequios (el mensaje mundial por la paz, el libro que evoca su oración solitaria durante la pandemia y otros escritos), también puede verse a la Vice argentina que lee en voz alta parte de la oración del buen humor de Santo Tomás Moro: “Dame Señor un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro para que no se asuste ante el pecado sino que encuentre el modo de poner las cosas de nuevo en orden”. Al Papa le encanta esa oración, que reza a diario y suele mostrarles a muchos de los mandatarios que recibe.
“Gracias por la visita y a no aflojar, a no perder el sentido del humor”, se despidió el Papa, que la acompañó hasta la puerta de la Biblioteca, muy sonriente. “No, no, rezo por usted, pero usted rece por mí”, lo saludó ella.
En tensión con la Rosada, Villarruel se convirtió en la segunda mujer de la administración Milei que el Papa recibe en un mes. El 16 de septiembre pasado, Francisco recibió a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, amiga personal del presidente Javier Milei. De ese encuentro, que fue informal y tuvo lugar en su residencia de Santa Marta, nunca hubo una foto.
Dos días antes de que llegara Villarruel, el Papa recibió al nuevo secretario de Culto argentino, Nahuel Sotelo, también en la Biblioteca del Palacio Apostólico. Ese encuentro fue el primero de un funcionario argentino con el Pontífice luego de las duras críticas que éste lanzó al gobierno libertario, el 20 de septiembre pasado, durante un evento con Movimientos Populares. Allí. Bergoglio no sólo reivindicó la justicia social (denostada por Javier Milei) sino que además contó que le habían mostrado un video de una represión que hubo frente al Congreso cuando se trató la vetada movilidad jubilatoria. “El Gobierno en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta”, dijo aquella vez.
Resultó obvio ayer que la visita de Villarruel encontró a un Papa mucho más amable y dado que el que recibió al mencionado Sotelo o al propio Milei, hace de eso varios meses. Algunas fuentes decían anoche que en medio de una situación tensa entre la Vice y Milei y su hermana, la audiencia con Sotelo -el enlace natural entre el gobierno y la Iglesia- fue pedida por la Rosada sólo para adelantarse a la reunión con Villarruel.
La duración y las imágenes autorizadas a difundirse, donde el lenguaje corporal habla por sí solo, indican que el encuentro fue para Villarruel un éxito personal. ¿Qué pensarán en Balcarce 50?
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