El presidente Javier Milei insistió esta mañana con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario que se tratará este mediodía en la Cámara de Diputados al plantear que "el aumento a las universidades sería ceder a la vieja forma de hacer política”.
En el marco de la XXXV Asamblea Plenaria del CEAL (Consejo Empresarial de América Latina) que se realizó en el Hotel Four Seasons, ante empresarios, el mandatario pidió realizar auditorias en las universidades, y planteó que "volver a las andadas no es gratis, es perder un tercio del PBI”.
“El aumento para las universidades que, en el fondo, sería ceder a la vieja política, implicaría volver a los niveles de Riesgo País que teníamos con el kirchnerismo”, planteó, y agregó: “Con lo cual, pasaríamos de un PBI de 600.000 millones de dólares a uno de 400 mil millones de dólares. Es decir, estaríamos perdiendo un tercio del PBI”.
En la misma línea, amplió: “Si el reclamo fuera genuino… si en el medio consideramos que es un mero eufemismo para defender los curros de tres o cuatro delincuentes que utilizan una causa noble y la prostituyen para ganar dinero a costa de robárselos a los alumnos y a los profesores y a lo que tiene que ver con los edificios y demás, me parece que no hay mucho más que discutir”.
Por su parte, desestimó a “la opinión pública” y defendió su programa de gobierno al plantear que su tarea es “terminar con los curros”. “Hace casi 10 años que no hacen una auditoría, lo único que estamos pidiendo es auditarlos, pero parece que eso es poner en riesgo la educación pública”, ironizó en un mensaje a las autoridades universtiarias.
Asimismo, destacó la baja del Riesgo País al asegurar que permite pasar de “un PBI de 400 mil millones de dólares a uno de 600 mil millones de dólares”, e hizo eco de las críticas del expresidente Mauricio Macri contra su Gobierno, aunque sin hacer mención, al ironizar: “Qué numerito, eh, no hay gestión…”.
En otro pasaje de su exposición, plagada de chistas y referencias musicales, el mandatario reiteró las críticas a la justicia social y cuestionó a sus antecesores políticos. "Hice todo para que la gente me odiara, pero me salió mal y terminé siendo el presidente más votado de la historia”, remarcó, lo que despertó los aplausos y las risas del auditorio.
El rol de los empresarios y las promesas a futuro
Avanzada la exposición, el mandatario propuso salir de la mediocridad y prometió potenciar a la Argentina a niveles de vida similares a Australia, Nueva Zelanda, Italia, España, Estados Unidos, e Irlanda. “Ese es nuestro destino si logramos respetar algunos preceptos básicos de la economía como el equilibrio fiscal, la estabilidad monetaria, donde la inflación será tan solo un mal recuerdo, y crean que lo voy a lograr”, aseguró.
Para Milei, “el que gana plata es un héroe, es un benefactor social porque lo hace vendiendo precios de mejor calidad, a un mejor precio”, al tiempo que invitó a los empresarios a generar el proceso de crecimiento económico. “Y no le demos lugar a los zurdos de mierda que vengan a decir que eso está mal”, vociferó.
“De acá en adelante todas las noticias que va a dar la economía argentina son todas buenas”, insistió, y vaticinó una caída en la medición de la pobreza del 49% para el tercer trimestre.
Durante su discurso que se extendió poco más de media hora y fue bien recibido por los presentes, el jefe de Estado atribuyó al empresarios un nuevo rol al prometer que no habrá intervención estatal. "Deben ser ustedes quienes tomen las decisiones, sabiendo que de este lado hay un Gobierno que los apoya y que está dispuesto a todo por hacer las cosas bien”, aseveró.
Por último, reiteró la persistencia “en la misión aunque la consecuencia sea el ostracismo", e invitó a los empresarios a “arriesgar, invertir, innovar y apostar a la industria y al comercio porque en la nueva Argentina las palabras esfuerzo y mérito tienen significado real y serán recompensadas”.
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