Cristina alimentó las versiones sobre una posible candidatura
Ayer visitó el Conurbano por segunda vez en las últimas semanas.
Cristina Kirchner visitó sorpresivamente ayer La Matanza. Estuvo en la parroquia San José y lloró ante los vecinos que llegaron al lugar para acompañar la actividad organizada por el sacerdote Nicolás Angelotti, más conocido como el “Padre Tano”. Y alimentó, así, las versiones sobre una posible candidatura en la Provincia para los comicios del año que viene.
La expresidenta escuchó de los vecinos pedirle que “volviera” y no pudo contener las lágrimas. “Me están haciendo llorar”, afirmó. Luego, lanzó una promesa que no pocos interpretaron como una suerte de anticipo de su futuro político. “Les quiero decir que siempre voy a estar con ustedes. Estamos en la segunda mitad de la vida pero con mucho para ofrecer a todos. Les pido que sigan trabajando y organizándose. Es lo importante”, sostuvo.
El de ayer se transformó en el segundo desembarco que realiza Cristina Kirchner en las últimas semanas por distritos del Conurbano. Hace poco más de dos semanas estuvo en Merlo invitada por el intendente Gustavo Menéndez. En el caso de La Matanza, se recostó sobre el trabajo social del Padre Tano y bien alejada del poder político del intendente Fernando Espinoza, alineado con el armado político de Axel Kicillof.
La recorrida duró poco más de dos horas. La última estación fue la visita a la parroquia, pero antes observó urbanizaciones de barrios populares y un centro de jubilados.
Esta sorpresiva aparición de la expresidenta alimentó la versiones sobre la posibilidad de que pudiera encabezar la lista de diputados nacionales por el peronismo en la Provincia, un movimiento que aparece vinculado a la disputa cada vez más fuerte que libran el kirchnerismo duro con Axel Kicillof.
Parte de esa disputa entre el mandatario y La Cámpora, Máximo Kirchner y por consiguiente con Cristina Kirchner tiene relación con las aspiraciones de Kicillof de cara a las presidenciales de 2027. El Gobernador pretende, en la estación intermedia del año próximo, sentarse a la mesa de decisiones del armado de listas en la Provincia que ha venido siendo monopolizada por el ultra kirchnerismo.
Cerca de Kicillof interpretan que se ganaron ese derecho -el armado- tras la reelección. Por ahora, el kirchnerismo duro resiste abrir el abanico de decisiones.
En ese marco aparece la posible candidatura de Cristina Kirchner, que oficiaría de dique de contención para evitar que Kicillof aspire a que la lista bonaerense sea liderada por un dirigente de su esquema político.
Existe otra cuestión más de fondo. La construcción de músculo político que ensaya Kicillof persigue el objetivo de evitar, si le toca ser candidato presidencial, quedar como un dirigente que llegó pura y exclusivamente por el apoyo de Cristina. Y ese ensayo de independencia (aún cuando el Gobernador no analiza romper con la expresidenta), mete más pimienta a la de por sí tirante relación.
El otro dato fuerte que trascendió en las últimas horas se relaciona con esa tensión política. Máximo Kirchner convocó a una reunión en Monte Hermoso a dirigentes del interior luego del explosivo acto que encabezó en el club Atenas donde dirigió casi toda su artillería hacia Kicillof.
El hijo de la exvicepresidenta también se muestra activo, luego de archivar la idea de convocar a elecciones anticipadas para renovar autoridades en el PJ bonaerense que él mismo lidera.
Ese llamado del diputado nacional también viene rodeado de especulaciones. Si bien La Cámpora ha ganado terreno en el interior bonaerense a partir del control de distritos importantes, no pocos intendentes reportan al kicillofismo en formación. De ahí que el interrogante que circula por estas horas es si esos dirigentes que apoyan al Gobernador le darán la espalda al acto de Monte Hermoso.
De ser así, le pagarían con la misma moneda a La Cámpora, que retira apoyo y presencias a las movidas políticas que el Gobernador realiza en la Provincia, tal como ocurrió en Florencio Varela hace unos meses y en Santa Clara del Mar hace apenas dos semanas.