El impacto de la recesión y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios se ve reflejada en un incremento del endeudamiento, que alcanza a 9 de cada 10 familias argentinas. El dato surge de un estudio realizado a nivel nacional por el Centro de Almaceneros de Córdoba, según el cual un 93% de los hogares tiene actualmente alguna deuda y un 9% de ellos toma créditos bancarios para hacerle frente.
La investigación -realizada durante julio en base a 4.200 encuestas a hogares distribuidos en distintos puntos del país- puso en evidencia el alto nivel de endeudamiento en que se encuentra la sociedad argentina en la actualidad. De ella se desprende que un 26% de las deudas están ligadas a las tarjetas de crédito; un 10%, a préstamos familiares; un 9%, a préstamos bancarios; un 8%, a moras de servicios e impuestos; un 7%, a vencimiento de alquileres y fiado; y un 5%, al atraso de pago de la prepaga u obra social.
Tal como surge del estudio, el 54% de las deudas con tarjetas de crédito son por la compra de alimentos, seguido por la carga de combustible en un 16%, el pago de impuestos y servicios en un 12% y la compra de indumentaria con un 11%.
El sondeo revela además que un 47% de las deudas fueron adquiridas durante el año 2023, y un 35% corresponden al año en curso, 2024. Solo el 18% de las deudas datan del 2022 o años anteriores.
La cantidad de deudas por hogar también es desalentadora y es que el estudio reveló que el 35% posee una sola deuda, mientras que el 57% tiene hasta tres obligaciones financieras y el 8% enfrenta más de tres.
Sobre esto, hay un 9% que toman créditos bancarios para hacer frente a las obligaciones económicas. “Hay gente que acumula un saldo sin pagar, el banco le ofrece un crédito y la gente lo toma para pagar la deuda con la tarjeta”, explica el economista José Castillo.
Tampoco las perspectivas de la mayoría de las familias frente a sus deudas resultan alentadoras, según muestra la investigación. Y es que el 55% de los encuestados cree que podrá saldar su deuda recién hasta el 2025, mientras que un 23% confía en hacerlo antes de que termine el 2024 y un 18% considera que no pagará la totalidad de estas.
Los aumentos que se vienen
En este contexto de endeudamiento generalizado, el comienzo de agosto, como sucede con cada mes, traerá consigo la aplicación de nuevos aumentos en diferentes rubros que impactarán en la inflación del mes venidero y en el bolsillo de los argentinos.
Tal como está previsto, las cuotas de las prepagas tendrán en el octavo mes del año un ajuste que va entre el 4,9% y el 7,8% dependiendo de la empresa, por encima de la inflación de junio que se ubicó en 4,6%.
De esta manera, las firmas de medicina privada aplicarán un segundo aumento en los valores de sus planes tras quedar sin efecto la cautelar que impedía las subas por encima de la inflación y que dio vía libre para fijar la proporción de la actualización de precios de julio, que rondó entre el 7% y 9%.
Por su lado, las compañías de telefonía celular aplicarán nuevos aumentos en agosto, que van entre un 5% y 6%. De esta manera, continúan con las actualizaciones mensuales, tras la decisión del Gobierno de eliminar las regulaciones que limitaban los aumentos en las tarifas de internet, celulares y cable.
La desregulación que dejó sin efecto los topes del 10% a las subas de los servicios de telecomunicaciones se produjo a fines de junio y permite que las empresas tengan vía libre para estipular las actualizaciones en sus valores.
Con respecto a las tarifas de luz y gas para el octavo mes del año, todavía no está definido que se aplique un nuevo ajuste, tras la postergación de las actualizaciones que estaban previstas realizar en julio.
Los combustibles exhibirían otro aumento en el mes que está por comenzar, que rondaría entre el 2% y 3% a partir del ajuste mensual del dólar y el impacto de la inflación en los costos del sector.
Asimismo, las estaciones de servicio deberán afrontar el pago de un aumento en los sueldos de los empleados, que se fijo en 7% para julio y un 3% en el octavo mes del año. Esto podría derivar en un incremento mayor en los valores que reflejarán los surtidores.
En tanto, en lo que hace a los alquileres, los inquilinos que hayan firmado contratos regidos por la derogada ley deberán afrontar la actualización del Índice de Contratos de Locación, que marca un incremento anual de 246,95% para el mes que viene. De este modo, un alquiler cuyo valor es de $200.000, pasará a valer en agosto $693.000.
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