noscript
Según la Iglesia, más de la mitad de los argentinos son pobres
LA SITUACIÓN SOCIAL EN TODO EL PAÍS

Según la Iglesia, más de la mitad de los argentinos son pobres

Alcanzó a 25 millones de personas (55,5%) en el primer trimestre del año. Mientras, que el número de indigentes llegó a 8 millones.

Compartir

Para las mediciones de la Iglesia, la pobreza alcanzó a unos 25 millones de argentinos (55,5%) y la indigencia afectó a casi 8 millones (17,5%) en el primer trimestre de 2024, ya con Javier Milei en la presidencia. Los datos se desprenden del informe “Radiografía de la pobreza en la Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza” que presentaron ayer el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) y Cáritas. Implican un fuerte deterioro con respecto al relevamiento del tercer trimestre de 2023, cuando los pobres representaban el 44,7% y los indigentes, el 9,6%.

“La pobreza y la indigencia hipotecan vidas”, fue la conclusión que se transmitió desde la Iglesia y que, “en un contexto de décadas de pobreza estructural, la coyuntura de aceleración de la espiral inflacionaria generó un incremento” en ambos indicadores.

Los bajos ingresos que perciben los hogares impactan además en altos niveles de inseguridad alimentaria, advirtió el documento dado a conocer en la previa de la colecta anual de Cáritas, que se realizará el sábado y domingo próximos. De la presentación, que tuvo lugar en un centro comunitario de Florencio Varela, participaron Mons. Carlos Tissera, Obispo de Quilmes y titular de Cáritas; Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la UCA; Sofía Zadara, directora ejecutiva de Cáritas y Karen Burgos, referente de la Red de Centros Comunitarios.

“Una de cada cuatro personas en la Argentina sufre inseguridad alimentaria total porque tiene al menos que hacer algún ajuste en la cantidad y calidad de la comida, o sus miembros deben saltear alguna comida porque los ingresos no le alcanzan. Y esto es más triste cuando lo llevamos a niños y adolescentes menores de 18 años, donde aumenta al 32%”, lamentó Donza. Agregó que la inseguridad alimentaria severa -cuando se experimenta hambre en forma frecuente- afecta al 10 % de la población. Entre los menores de 18 años, ese porcentaje sube al 15%.

En este contexto, y en medio de la polémica que se desató en el ministerio de Capital Humano por el acopio de alimentos, Cáritas destacó la importancia de este tipo de organismos que atienden en comedores al 50% de los menores de edad. En esa línea, desde la organización católica reclamaron ampliar la ayuda alimentaria tanto por parte del Estado como del sector privado.

Pero el drama argentino no es solo la comida y su falta. También la educación exige medidas urgentes. Según se alertó, la pandemia afectó la concurrencia a la escuela, obligando a realizar acciones para que los niños vuelvan al sistema educativo. En la actualidad, “uno de cada cuatro niños de 3 a 5 años no concurre a la escuela sistemáticamente” y el problema se repite en el secundario, “donde el 6,2%, es decir, casi 1 de cada 10, no concurre”.

Además está el problema del atraso escolar. En la Primaria, el 10% de los niños tiene sobreedad en la cursada (asisten a grados inferiores a los que les corresponderían por edad). En la Secundaria, el 25% tiene algún atraso escolar. En tanto que el 35% de los jóvenes de 18 a 29 años no ha terminado la secundaria, “posiblemente porque comenzó a trabajar”, advirtió la UCA.

Otro dato que reveló el informe es que el 32% de los trabajadores ocupados residen en hogares en situación de pobreza. “No alcanza con tener un trabajo para salir de la pobreza”, se advirtió.

También se hizo hincapié en el flagelo de la droga, más preocupante en los barrios populares “porque destruye todo: los vínculos, la posibilidad de un proyecto de vida”.

Comentarios