De acuerdo a lo acordado en la paritaria, los senadores de la Nación volverán a recibir en junio un nuevo aumento de sueldo de un 7 por ciento, que elevará el monto en bruto que perciben a unos ocho millones de pesos, que con los descuentos quedaría en un poco más de cinco millones de bolsillo. Sin embargo, anoche los jefes de los distintos bloques elevaron una nota a la presidencia de la Cámara para que esta mejora no se aplique a la dieta de los legisladores.
Es que esta suba salarial se suma al reciente de abril (2 por ciento), que ya había desatado un escándalo en medio de la difícil situación económica y social en el país.
El anterior aumento se concretó tras la aprobación de un proyecto del bloque Cambio Federal, y que fue votado en el recinto -sin debate y a mano alzada- el pasado 18 de abril, en una sesión que dejó algunas perlas, como la manito vergonzante de Martín Lousteau (UCRCABA), con destino de meme. Y fue un escándalo porque los senadores pasaron de cobrar 1,9 millones de pesos a un bruto de 7,2 millones.
A raíz de la repercusión negativa de esa votación se llegó a especular con un giro en la estrategia de los legisladores por su posicionamiento frente a la opinión pública. Se habló incluso de que varios de ellos renunciarían al aumento, algo impracticable en los hechos. Entonces se dijo que donarían el porcentaje aumentado aquella vez. Hasta se habló de avanzar con un proyecto para unificar todos los sueldos de los poderes del Estado para que queden por debajo de lo que cobra el Presidente. Aparentemente, nada de eso sucedió.
Está vez, los senadores deberían recibir -es que aseguran que legalmente es difícil dar marcha atrásuna mejora que se ubica por encima de la inflación de abril, que fue del 8,8 %, gracias al acuerdo de paritarias que firmaron las autoridades del Congreso con la Asociación del Personal Legislativo (APL) y los gremios estatales ATE y UPCN, que también tienen afiliados.
Lo dicho: este nuevo acuerdo paritario establece un incremento retroactivo a abril de 2 por ciento y otro de 7 por ciento este mes a cobrar en junio. Al ser acumulativo, el porcentaje se eleva a 9,14 por ciento. De esta manera, el valor del módulo, que fija el monto de los haberes de los empleados del Congreso, pasó de $ 1.802 a $ 1.966. Con esta suba, los legislativos ya recibieron un 53,4 por ciento en lo que va del año.
Los haberes de los senadores para el mes de abril quedaron en $ 7,3 millones brutos, mientras que para mayo se eleva a $ 7,9 millones. Esta cifra sale de una dieta equivalente a los 2.500 módulos ($4.915.000), más 1.000 módulos extra por “gastos de representación” ($ 1.996.000) y otros 500 módulos por “desarraigo” ($ 998.000).
Detrás de todo esto subyace el acuerdo al que llegaron todos los bloques que integran la Cámara alta para fijar los haberes de los senadores en un total de 4000 módulos, sumando todos los ítems.
De esta manera, las dietas se aumentan en forma automática a medida que se incrementen los módulos de la paritaria legislativa. Es una nueva versión de la “Ley Enganche”, aquel decreto de Cristina Kirchner de 2010 que había sido derogado por Milei tras el escándalo generado por la suba de los sueldos de los miembros del Gabinete hace algunas semanas.
PRESIÓN EN DIPUTADOS
Se supo que Diputados también negocia un aumento en las dietas, bajo el argumento de que están atrasadas. Varios legisladores ya manifestaron su malestar a los jefes de bloque. Es que los diputados siguen cobrando $1,5 millones desde noviembre. Aseguran que esa suma es insuficiente para los gastos que tienen, por ejemplo, aquellos que viajan desde el interior del país.
Martín Menem, presidente de la Cámara baja, se había comprometido a atender el reclamo de los diputados después de la aprobación de la Ley Bases, pero sólo hubo una reunión con los presidentes de bloque y no se avanzó demasiado en los últimos 30 días.
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