Pese a que ya transcurrió casi un mes desde la primera reunión en la Casa Rosada entre el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y los gobernadores, y el impacto de la recesión se profundiza, la Nación y las provincias no lograron avances en sus negociaciones antes del segundo encuentro, previsto para el próximo jueves. No solo eso: si bien el clima de diálogo subsiste, “hay menos dinámica” –según reconocen desde las provincias– y, lo peor, es que las tensiones se profundizaron desde que el presidente Javier Milei recortó por decreto partidas para cajas de jubilaciones provinciales no transferidas.
El problema no es llegar al 25 de mayo sin más que el “enunciado general” –así lo definen desde una provincia– del Pacto de Mayo lanzado por el Presidente: en el encuentro de la semana pasada con los mandatarios del Norte Grande, el ministro Guillermo Francos escuchó advertencias respecto de que habría distritos que entrarán en crisis si no se resuelven los giros de recursos. “Dos pasos adelante y tres atrás”, grafican varios mandatarios sobre la relación con la Nación.
“No hay nada nuevo. Están desorganizados, se tienen que acomodar ellos”, dice un mandatario dialoguista. Por la recesión, hay caída de la recaudación propia de las provincias, baja de la coparticipación (en marzo la reducción real fue de 27% interanual) y de los giros nacionales discrecionales, que prácticamente desaparecieron. Los mandatarios están convencidos de que el presidente Javier Milei apuesta a que, “asfixiados”, apoyen sus iniciativas.
Aunque estaban previstos como parte de la agenda, apenas hubo contactos entre la cartera de Economía, que comanda Luis Caputo, y sus pares provinciales. De esas reuniones debía salir el acuerdo fiscal base. Fuentes de cuatro ministerios de Hacienda provinciales indicaron que hubo “algunos llamados”, pero coincidieron en que “nada crucial”.
Sobre el DNU que elimina partidas para las cajas de jubilaciones no transferidas, el chubutense Ignacio Torres reclamó públicamente y Francos dijo que fueron “reasignadas”, pero que “están”. La Nación pidió detalles y, desde Economía, indicaron: “Es tal cual lo que dijo Francos: está en discusión cuáles son los montos a transferir. No está definido, porque hay auditorías pendientes”. Ante la consulta de cómo o hacia dónde se reasignaron esos fondos, no hubo precisiones. “Están en otras partidas”, indicaron.
El eje para el Gobierno es la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias que impulsa Caputo. En las cinco semanas transcurridas desde el último encuentro en la Rosada, el mapa de apoyos no varió: los del norte, en general, están dispuestos a acompañar, mientras que hay cuestionamientos de los patagónicos y de los del centro del país, que reclaman un piso más alto para que los trabajadores empiecen a pagar.
La clave sigue siendo quién paga el costo político del retorno de la carga. Al nudo gordiano hay que cortarlo porque Ganancias es clave para las dos partes: para las provincias, porque se coparticipa, y para la Nación, porque si avanza con la eliminación del cepo y la consecuente caída del impuesto PAIS, debe garantizarse esos ingresos. La Rosada ya rechazó las otras alternativas que proponen los gobernadores, como coparticipar el impuesto al cheque.
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