La construcción de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, en Santa Cruz, está completamente frenada desde el 18 de diciembre pasado. A diferencia de otras obras públicas, este proyecto tiene financiamiento de parte de China, pero está a la espera de que llegue un nuevo desembolso, que deberá ser solicitado por el gobierno de Javier Milei. Ante esta situación, en la unión transitoria de empresas (UTE) a cargo de la obra decidieron despedir a 1800 trabajadores por la falta de actividad.
Esa entidad está compuesta en un 54% por la china Gezhouba, un 36% por Eling Energía (antes llamada Electroingeniería) y el 10% restante corresponde a la mendocina Hidrocuyo.
“En este contexto, que excede a la UTE y lamentando mucho la situación, se prescinde momentáneamente de parte del personal vinculado al proyecto. Mantendremos una dotación en las obras con mínima actividad para garantizar su continuidad”, indicaron en un comunicado, donde confirman la decisión.
Al igual que sucedió en cada cambio presidencial, el avance del proyecto entró en un nuevo mar de incertidumbre. Esto se refleja en el atraso de finalización que tiene la obra. La central hidroeléctrica Jorge Cepernic (antes llamada La Barrancosa) debería estar generando electricidad desde 2020, pero la nueva fecha de finalización está estimada en 2027, debido a las demoras también por cuestiones ambientales, financieras y por la pandemia.
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