La primera reunión por el Pacto de Mayo comenzó a las 15.15 en la Casa Rosada y terminó pasadas las 18.30. El encuentro fue presidido por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos. En la delegación de las provincias hubo asistencia perfecta, entre los gobernadores y los vicegobernadores que se presentaron al inicio del encuentro. El Gobierno calificó la cumbre de “cordial y positiva”, según dijo el ministro Francos. La administración libertaria pidió reflotar la Ley Bases, en un formato condensado.
Según afirmaron el porteño Jorge Macri y el chubutense Ignacio Torres al cabo del encuentro, el Gobierno propuso reflotar la Ley Bases y restituir la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, pero un grupo de gobernadores se opuso a esta segunda posibilidad. En tanto, acordaron armar dos comisiones: una para identificar los pedidos de las provincias y una segunda para establecer los proyectos que la Casa Rosada enviará al Congreso.
Tras el encuentro, el ministro Francos y los gobernadores Rogelio Frigerio y Osvaldo Jaldo se presentaron en una conferencia de prensa. “El Gobierno nacional nos entregó la Ley Bases condensada y ahora es el Congreso de la Nación el que tiene la última palabra, pero nosotros nos hemos comprometido a colaborar porque si le va bien al Gobierno nacional le va a ir bien a las provincias y a los argentinos”, dijo el tucumano Jaldo.
Francos, por su parte, admitió que hubo gobernadores que plantearon la restitución del Fondo del Incentivo Docente (Fonid) y del Fondo Compensador del Transporte, que fueron cortados por la Casa Rosada. “En esos temas no nos pusimos de acuerdo, porque son competencia de las provincias”, advirtió el ministro del Interior.
Entre los primeros gobernadores en ingresar por la explanada de la Casa Rosada se destacaron el bonaerense Axel Kicillof, que tomó la palabra; el sanjuanino Marcelo Orrego, el puntano Claudio Poggi y la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, en representación de Maximiliano Pullaro, quien no viajó a Buenos Aires por la crisis de seguridad en Rosario.
Los gobernadores peronistas se reunieron antes para acordar el discurso frente a los funcionarios de Javier Milei, que no participó de la cumbre. En ese encuentro previo, los mandatarios de Unión por la Patria (UP) convinieron “reclamar las deudas de las provincias, no avalar la restitución de Ganancias y sugerir un impuesto a los grandes ingresos”.
El Gobierno pretende con los gobernadores un intercambio sencillo: acordar un paquete de fondos para las provincias a cambio de apoyos políticos para reimpulsar la ley Bases. Si bien en la Casa Rosada dicen que Milei quiere resucitar la ley ómnibus “completa” (con sus más de 600 artículos originales) lo cierto es que la intención del gobierno libertario es hacer pasar el corazón económico del proyecto.
Es decir, los capítulos vinculados a las facultades delegadas al Poder Ejecutivo, las privatizaciones, la reorganización administrativa del Estado, las desregulaciones económicas y la reforma en hidrocarburos y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
A ese paquete, la gestión de Milei quiere sumarle una nueva fórmula jubilatoria, que implicaría una actualización por inflación desde la sanción de la ley (es decir que no contemplaría la licuación de los haberes de los últimos dos meses).
El Gobierno también quiere introducir el capítulo de la reforma laboral que estaba en el DNU y fue frenado por la justicia a partir de un planteo de la CGT. El objetivo es neutralizar los frenos que encontró el decreto de necesidad y urgencia mediante la sanción del capítulo del trabajo vía ley.
El Gobierno pretende llevarse esto como parte del “preacuerdo” del Pacto de Mayo, para luego habilitar la discusión sobre los diez “mandamientos” que enunció Milei el 1º de marzo.
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