El presidente Javier Milei retornó esta mañana al país luego de ausentarse por una semana en el marco de la que fue su primera gira internacional por Israel e Italia.
Con un saldo positivo de su salida al exterior que incluyó una visita al Papa Francisco, el mandatario vuelve a interiorizarse en la agenda doméstica con la intención de avanzar en un nuevo rediseño del Gobierno.
A las 8.05 aterrizó el vuelo AZ - 680 de la compañía ITA Airways que trajo al jefe de Estado desde Roma y, tras los aplausos al piloto, el Presidente decidió saludar uno a uno a los pasajeros con los que compartió el viaje y que le devolvieron el gesto con palabras de apoyo.
Tras su audiencia con el papa Francisco, con la que el Gobierno quedó por demás satisfecho y luego de haber cumplido con las bilaterales con su par italiano, Sergio Mattarella, y la titular del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, Milei deberá encarar los nuevos desafíos que presenta la administración libertaria que analiza la incorporación de nuevos actores.
El día después de la reunión con el Papa en el Vaticano, que se extendió durante más de una hora, el secretario de Culto, Francisco Sánchez, destacó la cordialidad de la misma.
“Fue una reunión muy amena, muy cordial. Cuando nuestra comitiva ingresó a saludar al Santo Padre y a tomar la foto fue un momento muy bueno porque nos dedicó un chiste a cada uno de nosotros, sabiendo a quienes recibía”, señaló en una entrevista para Rock and Pop
En la misma línea, vaticinó que Francisco podría visitar la Argentina en agosto, previo al Sínodo de Obispos que se realiza en octubre y que debe presidir, aunque aclaró que se trata de una estimación personal.
Asimismo, destacó el perdón del Sumo Pontífice a los insultos propiciados por el Presidente en plena campaña electoral cuando lo llamó “el representante del maligno en la tierra”. “Somos de una tradición judeocristiana donde la reconciliación es parte de nuestra tradición: tanto el pecado como el perdón son parte de nuestra tradición”, argumentó.
Sánchez hizo eco además de los cuestionamientos de la Iglesia y admitió que todos los actores de la sociedad deben estar “preocupados por la situación económica y social y las derivaciones que la situación acarrea”. “No basta con lo que se haga desde el Estado, hay que ponerle un gran esfuerzo desde todos los sectores. Solucionarlo nos va a llevar mucho tiempo”, concluyó.
Lo cierto es que el retorno del mandatario al país está enmarcado en la pelea abierta con los gobernadores, a los que responsabilizó por el fracaso de la Ley Ómnibus en el Congreso y con la intención de nutrir el Gabinete de dirigentes y referentes del PRO.
De esta forma, Milei deberá encarar las negociaciones con el fundador del espacio amarrillo, el ex presidente Mauricio Macri, y afinar su estrategia con las provincias que hoy cuestionan los recortes en materia coparticipable.
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