Ley Ómnibus: Cómo impacta en la economía el revés oficial
El Gobierno minimizó el resultado legislativo y dijo que “no afecta el programa económico”. Opiniones dispares de especialistas.
Tras el revés sufrido por el oficialismo en el Congreso, que implica la vuelta a Comisión de la Ley Ómnibus, la incertidumbre en materia económica está puesta ahora en lo que serán los obstáculos para el cumplimiento del programa económico propuesto por Javier Milei.
“No afecta al programa económico”, dijo el ministro de Economía Luis Caputo. El titular del Palacio de Hacienda buscó desdramatizar el impacto legislativo y aseguró que el 75% del ajuste fiscal está por fuera de la Ley Bases.
“Estamos en equilibrio financiero en enero sin ley”, apuntó Caputo. “El 75% del ajuste fiscal ya estaba por fuera de la ley. No seremos políticos, pero tampoco somos tontos”, dijo el funcionario en una entrevista en LN+ sobre la posibilidad de que no pasara la ley, algo que también advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su evaluación de la economía argentina.
Buena parte de los ingresos dependía, sin embargo, del paquete fiscal, como el aumento de las retenciones a las exportaciones, una moratoria o un nuevo blanqueo. “Se actualizó el impuesto a los combustibles y eso reemplaza a las retenciones”, dijo. La diferencia de lo que se retiró es un 0,7% o 0,8%, aseguró Caputo. Sin embargo, la mayoría de los consultados coincidieron que el retraso en la aprobación del proyecto de ley no repercutirá en los niveles de inflación.
Para el ex secretario de Política Económica Fernando Morra, que haya “equilibrio financiero en enero sin ley” es valioso, pero “es poco informativo del desempeño anual”. En ese marco, pidió que se “clarifique el programa fiscal para el año, considerando el escenario macro y el impacto de los cambios legislativos” tras la vuelta a comisión de la ley ómnibus.
Para Fernando Baer, economista asociado en Quantum Finanzas, la caída del proyecto desnuda la dificultad de negociar y generar consensos por parte del Gobierno, lo cual afecta directamente en el corto plazo las expectativas de todo el esquema de ordenamiento de la economía. “Sin apoyos parlamentarios, ejecutar un plan de estabilización se hace menos nítido. En el corto plazo vamos a ver más volatilidad y reacomodamientos de precios en activos financieros y en el tipo de cambio”, sostuvo.
En tanto, Melina Eidner, economista de PPI, planteó que es esperable que el impacto se sienta en las provincias y en su estructura burocrática, especialmente en aquellas que dependen sustancialmente de los fondos que brinda Nación para poder funcionar.
“El Gobierno puede continuar con su política económica y su agenda de ajuste fiscal y monetario sin necesidad de contar con apoyos parlamentarios”, comentó Baer.
Por su parte, Kevin Castillo, economista miembro del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), analizó: “Es posible que volver a foja cero impacte negativamente dado que el mercado puede leer que el Gobierno no tiene la posibilidad de endeudarse y, por ende, muestre mayores dificultades para pagar los vencimientos de deuda por venir”. La factibilidad de cumplir con las obligacio nes financieras se da en un contexto donde, para el economista, es necesario que el país “presente mejoras institucionales para que sea más seguro en el aspecto crediticio”.
Para Claudio Caprarulo, economista de la consultora Analytica, señaló que lo central tenía que ver con el capítulo fiscal y ya fue retirado. En ese sentido, aunque “estos traspiés jueguen en contra y puedan encender alarmas en cuanto a la sostenibilidad del programa de Milei”, no espera una fuerte reacción dentro del mercado. Al menos, de momento.
Paños fríos
Para el ministro Caputo, el proyecto que naufragó en la Cámara de Diputados busca “sacar el pie del Estado de la cabeza de la gente, busca también que se pueda desarrollar el sector privado”.
Por otra parte, el funcionario sostuvo: “Desde el Gobierno siempre dijimos que este primer semestre iba a ser muy duro. Por eso este sinceramiento de los precios se refleja inmediatamente en inflación. Pero no hay otra forma de resolver el problema”. “La gente entiende eso y me lo dice en la calle. Entiende que este sacrificio tiene un propósito, que nos va a llevar a buen puerto. La situación va a empezar a estar mejor cuando se empiece a controlar la inflación y volvamos a crecer”, resaltó.
Puntualmente, sobre la inflación estimó que “ya está bajando. En enero va a ser del 20%, va a ser más baja en febrero y, probablemente, más baja aún en marzo. Esto quiere decir que el ancla fiscal está funcionando. Creo que vamos a tener un segundo semestre mucho más calmo”, añadió.