En un anuncio que causó este martes grandes repercusiones en Israel y el mundo, ni bien Javier Milei bajó de la escalerilla del avión que lo llevó a Israel, le confirmó al canciller, Israel Katz, su decisión de mudar la embajada argentina a Jerusalén, una medida de alto impacto político que ya había prometido durante la campaña.
La canciller Diana Mondino, si bien confirmó la intención y la decisión política, aclaró que no se trata de algo inminente, sino que pasarán al menos “cuatro o cinco años” antes de que pueda concretarse. El anuncio enfureció al grupo terrorista palestino Hamás.
El traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén es un tema muy sensible en el delicado equilibrio de Medio Oriente. Jerusalén representa la ciudad santa para los judíos, pero también es considerada del mismo modo por los musulmanes. Fue en este marco, en efecto, que poco después del anuncio de Milei a Katz, el grupo terrorista palestino Hamás afirmó que condenaba “enérgicamente” los planes del presidente argentino de trasladar la embajada a Jerusalén.
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