La negociación está empantanada. Una vez más. Como ya ha sucedido en el último mes. Idas y vueltas truncos para poder sacar a flote la ley ómnibus. Las últimas señales del Gobierno respecto a la coparticipación del Impuesto País - uno de los temas centrales en el toma y daca con la oposición - han sido claras. Para Javier Milei no es una herramienta de negociación, aunque hasta el viernes haya estado sobre la mesa que integran representantes del oficialismo, la UCR y Hacemos Coalición Federal.
Los diputados cordobeses, que están en el esquema legislativo que conduce Miguel Pichetto, presionan para que la coparticipación del impuesto ingrese en la discusión particular de la ley, que comenzará mañana a las 14 en la Cámara de Diputados. Exigen que se incorpore porque entienden que las provincias no reciben ningún beneficio con el proyecto que se está tratando - incluso todo lo contrario - y que ya están golpeadas por la quita de fondos que implicó la eliminación del impuesto a las Ganancias del gobierno anterior.
“Si no lo quieren meter en la discusión, les vamos a coparticipar el impuesto PAIS a las trompadas”, había anticipado un legislador cordobés, con humor e ironía, minutos después de culminada la votación general en el recinto de la Cámara baja el viernes pasado. El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, presiona para que la coparticipación sea parte de la negociación final en la votación particular. Los cordobeses aún no cerraron su apoyo en el artículo que dispone la emergencia y las delegaciones de poder del Poder Legislativo al Ejecutivo. “Tenemos varias diferencias”, advirtieron.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, dejó en claro en una entrevista radial que si la oposición quieren imponer el tratamiento del Impuesto País, el Gobierno tiene la decisión de vetarlo, en el caso de que salga aprobado el proyecto. “El veto es una facultad presidencial y el presidente ha sido claro en el sentido de que no coparticipa el Impuesto PAIS”, indicó.
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