Cuánto perdieron los salarios frente a la inflación
El IPC del INDEC superó el 211% y obligó a reabrir las negociaciones paritarias en un contexto complejo ante la escalada de precios. La pérdida de poder adquisitivo acelera acuerdos de emergencia ante la coyuntura.
La aceleración de la inflación impactó en los salarios del sector formal e informal, una tendencia negativa que continuará al menos durante la primera parte de 2024. En diciembre, el índice de precios fue del 25,5%, el primer registro de la gestión de Javier Milei, y la variación anual de 2023 fue 211,4%, el dato más alto en más de tres décadas.
La inflación en diciembre y la estimada para el verano deja pérdidas del “10% en términos reales”. A pesar de que el sector formal siguió la carrera de la evolución de precios hasta octubre del año pasado, la elevada suba de precios en el último bimestre llevó a que casi la totalidad de los sindicatos llegue en rojo al último mes de 2023, según un informe de la consultora Ecolatina.
Este estudio calculó que la inflación mensual promediará el 20% hasta marzo de 2024 y esto conllevaría una caída del 10% promedio en el poder adquisitivo de los trabajadores registrados durante los primeros tres meses del año. En tanto, algunos analistas proyectan que, de funcionar el plan económico del Gobierno, a partir del segundo semestre podría verse un escenario de menor inflación y recomposición salarial.
Para evitar que los sueldos sigan siendo absorbidos por la inflación, deberán “correr a la par” y el rol protagónico se lo llevarán las paritarias. Los especialistas estiman que el sector privado buscará actualizaciones salariales bimestrales o trimestrales que intentarán “ganarle” a los precios. Además, anticipan que en los próximos meses “proliferen las sumas fijas para compensar un alicaído poder de compra”. Aunque alertaron que será muy difícil que logren un “empate”.
El acortamiento de la vigencia de las paritarias y sus constantes renegociaciones permitieron que los salarios del sector formal sigan de cerca la creciente nominalidad tras los sucesivos shocks que elevaban los pisos de la inflación. El gobierno anterior, ávido de encontrar un andamio para la actividad en la previa electoral, vio con buenos ojos este encadenamiento, al costo de imprimir una mayor inercia inflacionaria a lo largo del año.
Así, los salarios formales, con contramarchas, llegaron a octubre con relativas buenas perspectivas. Sin embargo, la aceleración de la inflación del último bimestre llevó a que casi la totalidad de los sindicatos lleguen en rojo al cierre del año, según Ecolatina.
Para el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, en los últimos 72 meses los trabajadores formales argentinos cobraron 61 sueldos mensuales con el poder adquisitivo de 2017, es decir que perdieron 11 salarios de 2017. Por su parte, los trabajadores informales perdieron 19 ingresos mensuales con el poder adquisitivo de 2017.
Con respecto a la situación de los trabajadores, en el mejor de los casos los privados formales terminaron el año 2023 perdiendo un 17,8% del poder adquisitivo de 2017; los trabajadores públicos perdiendo un 18,4%; y los informales, un 44,4%.
Para los trabajadores que hayan logrado cobrar mejoras equivalentes a la mitad de la inflación de noviembre y diciembre, la situación final de 2023 es mucho más compleja. Un trabajador formal terminó el año con un poder adquisitivo un 30% menor que el promedio mensual de 2017. Y un informal con un poder adquisitivo un 57% menor al promedio mensual de 2017.
La cuestión central ahora pasa por la recuperación o no de lo que se haya perdido en los dos últimos meses de 2023. Si un trabajador que recibió la mitad de la inflación en esos dos meses, de ahora en más solamente recibe aumentos nominales iguales a la inflación de 2024, quedará con una importante pérdida de poder adquisitivo de aquí en adelante.
Concretamente, un trabajador privado formal quedaría con un poder adquisitivo un 30% menor que el que tenían en el año 2017.
Las discusiones salariales serán clave en estos meses, con trabajadores buscando compensar lo que hayan perdido en 2023 y no volver a perder en 2024, en un contexto de caída de actividad económica. En el sector público se dará una caída real de ingresos fiscales, lo que llevará a muchas administraciones a limitar las subas salariales a las subas nominales de ingresos, independientemente del nivel que alcance la tasa de inflación, según Nadin Argañaraz, presidente del IARAF.
Uno de los factores más distintivos del 2023 fue el sostenimiento del consumo privado, que creció en torno al 1%, en un año en el que la inflación superó el 211%. Dos cuestiones principales explican este fenómeno: el primero es la inexistencia de un vehículo que incentive a consumir menos para ahorrar -por tasas de interés reales en general negativas, expectativa de inflación creciente y poco acceso a una reserva de valor, como el dólar-, en un escenario en el que el nivel de ingresos reales se sostenía de la mano de una dinámica salarial que, hasta octubre, no sufrió, en general, una gran pérdida frente a la inflación.
La inflación anual que superó el 211% obligó a reabrir las negociaciones paritarias ante la suba generalizada de precios. Uno de los primeros en cerrar un acuerdo salarial fue la UOCRA nacional, el sindicato que agrupa a los trabajadores de la construcción, al sellar un alza del 20% para enero y se aplicará sobre los sueldos percibidos en diciembre 2023.
Para intentar compensar la inflación, este gremio acordó que inaugurarán el esquema de “paritarias permanentes”. Es decir, los sueldos se actualizarán de forma mensual para contener la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
Otro ejemplo de negociaciones que se adaptan a una dinámica vertiginosa respecto a la inflación es la que alcanza a los trabajadores de Mercado Libre, una de las empresas más grandes del país. Encuadrados en la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga de la República Argentina (UTCyDRA), hace pocos días acordaron un aumento del 51% para el primer trimestre que se aplicaría en tres cuotas del 17%, con cláusula automática por inflación. Al sumar 25,5% el IPC de diciembre, ese 17% de enero pasó a ser un 25,5% que debería liquidarse en febrero, por lo que la paritaria será más alta.
La organización gremial que conduce el platense Daniel Vila informó que para el personal de la empresa de Marcos Galperín el básico sería de $758.388,51. Ahora ese número subió por haberse registrado una inflación más alta en diciembre 2023. Según el acuerdo, “los incrementos pactados en la cláusula segunda se liquidarán provisoriamente y, una vez publicado el índice mensual inmediato anterior respectivo del IPC, se ajustará al respectivo porcentaje arriba indicado con arreglo a la siguiente metodología: si el índice de evolución del mes inmediato anterior fuera superior a los porcentajes indicados en la cláusula segunda y expresada los anexos de cada mes, las diferencias respectivas se liquidarán junto con las retribuciones del mes inmediato siguiente".
Se estableció, así, que la modalidad adoptada se acuerda en carácter extraordinario en razón de las particulares características del actual contexto económico-social.
Al mismo tiempo, las partes se comprometieron a reunirse en el transcurso del próximo marzo para iniciar la conversaciones por la continuidad de la paritaria salarial 2024, atendiendo a la evolución del costo de vida.
A esto se le suman beneficios como el 15% por presentismo, 2% por cada categoría y 2,5% por plus por maquinistas. Con estos ítems, el básico podría superar los 850.000 pesos en enero en la modalidad full time y a eso se le debe agregar el ajuste por inflación.