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SENADO DE LA NACIÓN

Villarruel convocó a una sesión con números a favor para ganarle al kirchnerismo

La vicepresidenta define el armado de la mesa de conducción del cuerpo.

Luego de las dudas generadas en torno de la elección del formoseño de La Libertad Avanza Francisco Paoltroni como presidente provisional no hubo acuerdo en la primera reunión de Labor Parlamentaria en el Senado y la vicepresidenta Victoria Villarruel tendrá su primera prueba de fuego: convocó a una sesión para este miércoles a las 15 y apuesta a una gran alianza con toda la oposición, menos con el kirchnerismo, para alcanzar el número suficiente. No solo quieren designar al presidente provisional, sino también a otras autoridades clave y retener el control de las comisiones.

“Vamos a la sesión y que se vote ahí”, aseguró un legislador que participó del encuentro de jefes de bloques. Todos los bloques unidos aseguran llegar a 39, dos más de los 37 necesarios para el quorum.

El Frente de Todos, que conduce José Mayans, plantea que es una sesión ilegal y antirreglamentaria. Aseguran que el período de ordinarias terminó y solo se puede sesionar si el presidente convoca a extraordinarias. Si eso no ocurre, dicen, hay que esperar a la preparatoria del 24 de febrero. Si la sesión logra abrirse plantearán eso mismo en el recinto.
Pero los organizadores de la sesión aseguran que al tratarse de una cuestión de ordenamiento interno, donde no se van a debatir proyectos, no es necesario esperar a extraordinarias. No solo buscarán elegir al presidente provisional, sino también a otras autoridades clave de la Cámara alta: el secretario Administrativo, que maneja la caja del Senado, y al secretario Parlamentario que decide, por ejemplo, los giros a comisiones que van a tener los proyectos, con lo cual puede agilizar o ralentizar debates.

Como secretaria administrativa, Villarruel propone a María Laura Izzo, una empleada del ministerio de Seguridad. Como secretario Parlamentario a Agustín Giustinian, un empleado de la cámara que trabajó en el bloque PRO, y quien ya se mostró cerca de Villarruel el día de la jura de legisladores.

Pero la clave estará, además, en la estrategia para distribuirse las comisiones. Como el bloque mayoritario es el Frente de Todos, con 33, plantearán que no se haga bajo la lógica de bloque, sino de una mayoría y minoría. Ellos -La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, y los bloques federales y provinciales- se presentarán con la mayoría de 39.

Así se quedarían con más números dentro de cada comisión y después se encargarán de distribuirse los lugares entre ellos. De hecho, después de la reunión de labor hubo un encuentro en la oficina del bloque PRO.

Esta alianza, aclaran, no será para votar los proyectos. Sino para “darle la herramienta al nuevo gobierno para llevar adelante la transición y el funcionamiento de la Cámara”. En el peronismo los acusan de querer “revivir el grupo A”, la experiencia parlamentaria de 2009 en la que toda la oposición se unió en Diputados para quitarle al kirchnerismo el control de las comisiones.

“Que lo hagan, vamos a ver después cómo les va después”, advierten en el peronismo, donde creen que esta demostración de fuerza va a durar poco y el oficialismo en otro momento los va a necesitar.