La solicitud de préstamos se convirtió en una opción de financiamiento clave para millones de personas en Argentina durante el último año, como consecuencia de la crisis económica y social.
La escalada de inflación, que supera el 100% anual, tiene como consecuencia que pagar a crédito sea algo beneficioso, ante la pérdida del valor del peso a largo plazo, pero conlleva enormes intereses.
De acuerdo con un informe emitido por la consultora First Capital, sólo en agosto, el saldo total de préstamos en pesos alcanzó los $11,93 billones, lo que representa una suba de $6,02 billones en los últimos 365 días y una variación de 101,8% anual. En cuanto a la distribución por tipos de préstamo, encabezan la lista los préstamos comerciales (123,7%), seguidos por el aumento en los consumos con tarjeta de crédito (110,8%), créditos prendarios (88,5%), préstamos personales (66,7%) y, en último lugar, los créditos hipotecarios (31,4%).
“Durante el último mes, la variación ha sido de $1,03 billones lo cual representa un aumento del 9,5%, un valor que también se ubicará por debajo de la inflación estimada. Este mes se repite la caída en los saldos del financiamiento al sector privado en términos reales, de la misma manera que sucedió el mes anterior”, aseguraron de First Capital.
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