La candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, realizó una actividad convocada ayer en la legislatura porteña para homenajear a víctimas de las organizaciones armadas de la década de 1970, Montoneros, ERP y dijo: “Los que se oponen a este homenaje son los que tienen las manos manchadas de nuestros seres queridos”.
El evento se realizó en medio de manifestaciones de repudio dentro y fuera de la Legislatura, donde La Libertad Avanza fijó restricciones a la prensa. La Legislatura porteña estuvo vallada ante protestas contra el acto.
El acto se llevó a cabo en el Salón Dorado de Legislatura porteña y fue organizado por el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), del que Villarruel es presidenta honoraria; y por la legisladora Lucía Montenegro, también de LLA, en el que está previsto que diserten Lorenza Ferrari, Graciela Saraspe y Arturo Larrabure: tres familiares de víctimas del ERP y Montoneros en actos que se produjeron antes del golpe de Estado de 1976 y el inicio de la última dictadura.
Repudio
Por su parte, Organismos de Derechos Humanos convocaron a una movilización a la Legislatura porteña en repudio a la convocatoria de “Homenaje a las Víctimas del Terrorismo” impulsado por Villarruel.
Dado que los pedidos de los legisladores de Unión por la Patria (UxP) para cancelar el evento fueron desoídos, las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh) y la Liga Argentina por los Derechos Humanos se manifestaron para rechazar una vez más las posturas que reivindican “la teoría de los dos demonios”.
Villarruel
“Después de 40 años de una visión amputada de los derechos humanos y de demonizarnos, ya no les tenemos ningún miedo”, enfatizó la candidata a vicepresidenta ante el auditorio del Salón Dorado de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
“El Estado en democracia nos está violando los derechos humanos para garantizarle la impunidad a un grupo de violentos que hoy gozan de libertad y de las garantías que les da nuestra democracia”, sostuvo en su discurso, luego de la exposición de quienes fueron invitados en calidad de víctimas de actos terroristas.
“Durante 40 años las víctimas del terrorismo fueron barridas bajo la alfombra, se las negó. Ningunas de estas víctimas tiene justicia, no pueden saber la verdad de lo que sufrieron, no pueden tener una reparación, ni siquiera moral, de lo que sufrieron. Lo sufrieron de aquellos que quisieron imponer una tiranía de izquierda”, dijo en otro pasaje de su intervención Villarruel.
Victoria Villarruel es abogada, actualmente diputada nacional además de candidata a vicepresidenta. Desde hace dos décadas es referente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), que milita en favor de un discurso que contempla los derechos de quienes sufrieron atentados perpetrados por organizaciones civiles durante la década del 70.
Esa postura genera un cruce con organizaciones de izquierda y de derechos humanos, quienes lo toman como una provocación y una suerte de reivindicación al terrorismo de Estado que ejecutó la última dictadura militar, que cometió crímenes de lesa humanidad.
Ese fue el marco que acompañó una jornada de tensión en los alrededores de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, donde se realizó el homenaje.
“La verdad a medias no es verdad, es maldad y mentira. No estamos reivindicando la dictadura ni las trágicas consecuencias de esa violación al pacto democrático”, dijo Lucía Montenegro, la diputada de la Ciudad de Buenos Aires que, junto con Victoria Villarruel, impulsó el homenaje a víctimas de actos terroristas que se realiza en la Legislatura porteña.
“Nuestro espacio lo repudia en forma clara. Por lo tanto, plantada con mis profundas convicciones democráticas, les doy la bienvenida, a pesar de los problemas”. El encuentro inicio más de una hora después de lo previsto. Afuera, en las calles que rodean al edificio, manifestantes de organizaciones de izquierda y de derechos humanos mantenían las protestas, con algunos roces con la policía, que debió reforzar el vallado.
Protestas
A lo largo de toda la tarde se produjeron incidentes en las calles que rodean al edificio histórico, ubicado a metros de Plaza de Mayo, los que no pasaron a mayores.
Mientras Villarruel hablaba, las agrupaciones de Izquierda y de derechos humanos que protestaban comenzaron a desconcentrarse. En el Salón Dorado, donde tuvo lugar el acto, el cierre se realizó entonando el himno nacional argentino.
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