El riesgo, parece, era menor comparado con el botín. Al menos eso pensaron los ladrones que se metieron en la jaula de un tigre blanco para robar una caja fuerte custodiada por el animal. Ocurrió en el zoológico Bubalcó, en la ciudad de Allen, provincia de Río Negro.
Los trabajadores del establecimiento se percataron del hecho el lunes. Notaron que el chapón de la puerta de ingreso a la jaula del tigre estaba violentado. Según fuentes del caso, los delincuentes no solo tenían el dato de que en el lugar había una caja fuerte que contenía toda la recaudación del fin de semana, sino que además estaban informados sobre cómo actuar para evitar ser atacados por el temible animal.
Luego de forzar el ingreso, los sospechosos intentaron acorralar al tigre para alejarlo de la zona donde estaba alojado el botín. “Manipularon los cables y rondanas que hacen cambiar y abrir los carriles de compuertas. Luego colocaron a los felinos en otro sector alejado de la celda a la cual querían ingresar”, precisó Mario Figueroa, subcomisario de la Unidad 54 de la localidad de Guerrico.
Peritos de criminalística trabajaron en el lugar para recopilar indicios que permitan dar con los ladrones, que escaparon del lugar sin poder abrir la caja fuerte.
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