La devaluación de la moneda y la inflación descontrolada en Argentina generan un duro golpe a los arrendatarios de viviendas. Los contratos de alquileres de vivienda para residencia que vencen este lunes sufrirán un incremento de 112,39% respecto del mes anterior, al aplicarse el Índice de Contratos de Locación (ICL) establecido por el Gobierno argentino.
En consecuencia, un alquiler en Argentina de $ 100.000 pasará a costar $ 212.396 en caso que el arrendatario decida darle continuidad al contrato vigente. Si en cambio, el contrato vence el propietario puede solicitar o negociar un monto diferente para la renovación.
Este incremento en los costos de los alquileres de viviendas en Argentina fue previsto por el sector inmobliario, luego que el Gobierno decidiera devaluar la moneda nacional más del 20% tras los reusltados de las elecciones PASO 2023.
¿Qué es el Índice de Contratos de Locación (ICL)?
El índice de Contratos de Locación (ICL) fue implementado a partir de 2020 en Argentina, en respuesta a la creciente inestabilidad inflacionaria y continua variación en los precios. El ICL señala el porcentaje que los contratos de arrendamiento deben variar cada mes, teniendo como variables claves el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
El ICL tiene un carácter diario, y se publica en la página web del Banco Central de la República Argentina para libre consulta de arrendatarios y propietarios de inmuebles.
La ley vigente establece un mínimo de tres años de contrato, con aumentos anuales en el monto de los contratos tomando como referencia el ICL. De esta manera, los contratos de arrendamientos tienen dos elementos claves: el precio inicial de arriendo, el cual se fija bajo común acuerdo de las partes; y las actualizaciones del costo de arrendamiento, teniendo como referencia el ICL.
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¿Cómo se calcula?
El Bancon Central ha definido un sistema sencillo para calcular las variaciones en el costo de los alquileres de vivienda: se toma el precio actual del alquiler y se lo divide por el valor del ICL con fecha de inicio del contrato. Luego se multiplica ese monto por el índice de la fecha en la que cambia la cifra del alquiler.
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