Consultado sobre el rol que tendrá en lo que resta de campaña, Mauricio Macri dijo ayer que intentará “ayudar a llevar claridad” y anticipó que serán “cuatro meses muy duros” los que restan hasta la asunción del próximo presidente. Sin embargo, aseguró que el próximo gobierno no debe tener “doble comandos” y que las decisiones las debe tomar el presidente. “Va a ser Patricia (Bullrich) y hay que ayudarla. Ella sabrá qué necesita de nosotros”, expresó.
“Las ideas populistas en Argentina tienen éxito porque salen cheques y la gente dice: ‘Esto es una fiesta’. Pero cuando los cheques están afectados por la inflación y no alcanzan es el final”, planteó el exmandatario.
Para él, la discusión de octubre se focalizará en el “carácter” del cambio que quieren los argentinos. La opción es entre “entusiasmo” y “experiencia con entusiasmo. Tener experiencia no es poca cosa y es valioso. Todos los que creemos en esta experiencia vamos a tener que estar juntos”, aseguró Macri.
El resultado de las elecciones muestra que los argentinos aspiran a “vivir mejor” y tener un “rol importante”. Los años del gobierno peronista dejaron un “aprendizaje duro”, que finalmente “llegó”: “La gente sabe lo que no quiere. (El peronismo) va a sacar menos en la elección que viene porque las cosas siguen empeorando”.
Argentina llega a estas elecciones en “condiciones distintas” a las de 2019, cuando perdió la reelección con Alberto Fernández. “De a poco vamos a recuperar la esperanza. Hay mucho dolor. Ha sido duro el final del peronismo. Hay una sensación de caos social”, dijo el fundador del PRO en referencia a los paros que hubo en distintos sectores en Argentina.
“Estoy convencido que el argentino, el que no se fue, está listo para enfrentar este actuar mafioso y darle batalla”, planteó Macri. Para el ex presidente, la “transición” con el kirchnerismo no será fácil porque implicará “desentrañar” los “comportamientos mafiosos”, al proponer un gasto público con impuestos que los argentinos estén dispuestos a pagar”.
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