La inclusión del nombre Islas Malvinas en el comunicado final de la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), el martes pasado, desató en paralelo a la molestia británica con sus viejos socios en Bruselas, un duro cruce del canciller Santiago Cafiero a su par del Reino Unido, Jeremy Cleverly.
“Estimado secretario @JamesCleverly: el Reino Unido viola la integridad territorial de la Argentina desde hace 190 años. Le recuerdo que conforme a la Resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas la autodeterminación no resulta aplicable a los habitantes de Malvinas”, tuiteó Cafiero reposteando otro tuit muy enojado de Cleverly.
“Los habitantes de las Islas Falkland tienen derecho a elegir su propio futuro. El 99,8% de los habitantes de las Islas Falkland votaron para ser parte de la familia del Reino Unido. Argentina y la UE deberían escuchar su elección democrática”, dijo Cleverly apelando al resultado de un referéndum que promovieron británicos e isleños en 2013. Sin embargo ese referéndum sólo fue simbólico, porque no tuvo carácter vinculante en ningún organismo internacional.
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