El martes 6 de junio, la Policía Bonaerense ingresó al Country Banco Provincia de Francisco Álvarez con una orden de allanamiento y detención en sus manos. El destinatario era Elian “L-Gante” Valenzuela, acusado de privar de la libertad y amenazar a dos empleados municipales en un incidente a la salida de una disco, en un expediente por el cual se encuentra detenido hasta hoy.
Cuando los efectivos ingresaron a la casa del cantante, lo encontraron junto con dos mujeres e inmediatamente quedó detenido. De la vivienda se secuestraron distintos elementos como armas réplicas, ropa y marihuana. Pero tambien celulares. En estos últimos elementos está la clave de una nueva imputación contra el artista.
En total, la Bonaerense se llevó aquella mañana cinco teléfonos. Dos de ellos pertenecían a las mujeres que lo acompañaban ese día. Los restantes tres, eran propios. De uno de ellos había realizado la amenaza que luego terminaría, según la Justicia, en una privación ilegítima de la libertad que aún hoy lo mantiene preso. Pero había más. De los restantes dos celulares, uno era robado.
Este último dato fue descubierto hace pocos días por el fiscal que trabaja en la causa por la privación ilegítima, Raúl Villalba. A través del número de Imei del aparato, se detectó que había sido sustraído. Incluso, desde la Justicia lograron contactarse con el dueño original, que presentó documentación respaldatoria de que el celular marca iPhone le pertenecía y dio detalles del robo.
Por esta razón, a L-Gante se le suma la imputación de encubrimiento agravado, juntamente por tener en su poder un elemento robado. Ayer, comenzaron a cursarse las notificaciones. Es probable que el jueves, L-Gante sea trasladado a la fiscalía para ser informado de los detalles de esta nueva acusación.
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