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Causas y efectos de la decisión de Cristina Fernández de no ser candidata
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Causas y efectos de la decisión de Cristina Fernández de no ser candidata

Antes de la condena, surgió una nueva embestida del kirchnerismo contra la Justicia. El FdT se encuentra en estado deliberativo tras el anuncio de la Vice. La oposición rechaza el nuevo ataque contra “las instituciones de la Constitución”.

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Sin dudas el “renunciamiento” de Cristina Kirchner a competir por un cargo electivo en 2023, de cumplirse, cambiará el futuro armado del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio de cara a las elecciones nacionales. Pero el relato de la supuesta “proscripción” que decantó el fallo condenatorio que recibió en la causa Vialidad está más dirigido a los “convencidos” que a intentar seducir a los sectores desencantados con la coalición oficial. 

No parece haber espacio, así, para insuflar en torno a su figura la etapa de la “esperanza” que había esbozado en el acto del 17 de noviembre en el Estadio Único que, en los hechos, se da de bruces con los datos duros de la realidad: una pobreza en aumento y una inflación que aún no logra ser contenida.

Es probable que la Vicepresidenta también haya tenido en cuenta para su sorpresiva decisión el giro “a la derecha” que algunos consultores observan en el electorado, que en parte explica el apoyo del kirchnerismo al actual ajuste fiscal promovido por el Palacio Hacienda, y que seguramente moldeará la oferta electoral de las dos grandes coaliciones. 

En el mayor armado opositor esta tendencia aumentará la tensión entre el ala moderada, representada por la UCR, el larretismo y la Coalición Cívica, y los “halcones” del PRO que junto a peronistas como Miguel Pichetto apuestan a medidas más disruptivas y no dejan de “coquetear” con el libertario Javier Milei.

Con la cabeza en el fútbol

Hoy lo único que amalgama a la clase política es la performance de la Selección argentina bajo el liderazgo de Lionel Messi. Sin distinción, aprovechan cada logro deportivo para empatizar con una sociedad necesitada de festejar tras los tiempos aciagos de la pandemia. Pero a no confundirse: al éxito del Mundial ´86 le siguieron medidas que a fin de ese año sentaron las bases para el fracaso del Plan Austral y la épica de Italia ´90 no logró impedir hacia finales de año una hiperinflación que poco más tarde decantó la llegada de Domingo Cavallo y su Convertibilidad.

Justamente es probable que sea el récord de inflación y su consecuencia sobre la pérdida de poder adquisitivo lo que explique el “renunciamiento” de Cristina: en lo que va del mandato de un Gobierno del que no termina de aceptar ser parte, el Indice de Precios al Consumidor lleva una suba acumulada de casi el 200% y se encamina a culminar esta administración con la mayor cifra desde los tiempos de la última híper que los argentinos tengan memoria. Todo tiene que ver con todo, como decía un conocido conductor de TV.

Durante la semana el Observatorio de la Deuda Social de la UCA puso números a las consecuencias de este fenómeno: detectó en el tercer trimestre del año que la pobreza alcanzó al 42% de la población. El Indec recién dará su propio relevamiento, en este caso sobre el segundo semestre de 2022, a fines de marzo próximo, es decir, a sólo tres meses del cierre de alianzas rumbo a las elecciones nacionales.

El reporte difundido por el sociólogo Agustín Salvia reconoció que la situación sería mucho peor si no hubiera planes sociales como malla de contención de los más vulnerables.

Justamente el intento de regulación oficial del Potenciar Trabajo es eje de la actual tensión entre la ministra Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social) con las organizaciones sociales oficialistas y opositoras. No alcanzó la foto con los aliados Emilio Pérsico y “Gringo” Castro para frenar la escalada, las denuncias “de ajuste”, y en la próxima semana habrá otra reunión con la posibilidad de incorporar al sector en el inminente anuncio del “bono navideño”.

Lo cierto es que hay pocos indicios que den certidumbre al optimismo que emana desde Economía sobre un paulatino descenso en la inflación: los costos de transporte siguen para arriba, hay quejas por la aplicación de Precios Justos -faltan productos y en algunos supermercados no se cumple-, y los alquileres suben sin freno.

Los precios de frutas y verduras tampoco parecen acompañar el sendero trazado por Hacienda para que los incrementos tengan un tope del 4 por ciento mensual. Mucho tienen que ver las distintas asimetrías en la cadena de valor. Un informe de CAME detalló que en noviembre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,6 veces desde que salieron del campo (origen) hasta que llegaron a la góndola (destino). Parece que tampoco alcance con el “dólar banana”, la promesa de liberar divisas a importadores a cambio de mitigar los aumentos, para calmar expectativas.

La otra disputa

Si bien la guerra contra los precios aún no arroja buenos resultados, el Gobierno sigue avanzando en su disputa contra la Justicia. El aliciente a la nueva embestida fueron los supuestos chats de jueces, ejecutivos del Grupo Clarín, del ministro porteño Marcelo Dalessandro y un ex agente de la AFI que se divulgaron horas antes que se emitiera el fallo de la causa Vialidad.

La mención de un funcionario de Casa Rosada en esas conversaciones, el renunciado Julián Leunda –ex directivo de C5N que en charlas privadas sacaba “chapa” de sus fluidos contactos con el mundo empresario y también con la oposición- forzó una cadena nacional de Alberto Fernández, para mostrar indignación y cuestionar a los medios que no incluían el tema en su agenda. “En Tribunales todos sabemos del lobby y el ´franeleo” que muchos empresarios ejercen sobre los jueces. Más allá de la intercepción ilegal de las comunicaciones, han quedado en una mala posición. También pasa con los consejeros de la Magistratura”, explicó un jurista que forma parte del variopinto equipo de asesores del PRO.

Seguramente esta nueva batalla que, en verdad, el kirchnerismo ha lanzado contra la Justicia se mantendrá en el tiempo pero difícilmente logre sumar a otros actores del oficialismo. Es lo que ocurrió tras el atentado que sufrió al Vice: un mes después se fue diluyendo ese apoyo mayoritario que le había dispensado el peronismo a causa de la interna sin fin del armado oficial.

Sí la condena a 6 años contra la Vice y la inhabilitación para ejercer cargos públicos, que seguramente será apelada en marzo próximo con lo que quedaría habilitada para eventualmente participar del acto eleccionario, unificó a JxC que consideró al fallo un avance para el fin de la impunidad de la corrupción en la política. Salvo la diputada Margarita Stolbizer, que pidió la renuncia del ministro de Seguridad de CABA, no hubo mayor repercusión en el armado opositor sobre el viaje hacia la estancia patagónica de Joe Lewis denunciado por el cristinismo.

Las reacciones en la oposición

Larreta, que se encuentra de gira en Estados Unidos con reuniones con las que busca solidificar su proyecto presidencial, atribuyó la filtración a “una operación del kirchnerismo” para supuestamente “distraer la atención de tema importantes” pero indicó que su funcionario “se encuentra a disposición de la Justicia”. El Gobierno ya presentó varias denuncias al respecto.

En el radicalismo, en tanto, optaron por no inmiscuirse en el tema pero sí en defender a la Justicia de los embates del cristinismo. El gobernador Gerardo Morales expuso su satisfacción por la condena a la Vice por corrupción mientras continúa la competencia interna por la candidatura presidencial de su espacio: acaba de proponerle a Facundo Manes celebrar “internas abiertas” partidarias en marzo próximo.

Pero aún no hay certezas que esa compulsa vaya a realizarse. Hoy todo es incertidumbre en el armado opositor. Y también el oficialismo, donde nadie quiere arriesgar qué fórmula ideará Cristina para tornar competitivo en 2023 a un oficialismo que hoy se encuentra envuelto en un mar de dudas.

La grieta 

Hoy lo único que amalgama a la clase política es la performance de la Selección argentina bajo el liderazgo de Lionel Messi. Sin distinción, aprovechan cada logro deportivo para empatizar con una sociedad necesitada de festejar tras los tiempos aciagos de la pandemia.

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