El ministro de Economía, Sergio Massa, cuestionó fuertemente ayer a su antecesor en el cargo, Martín Guzmán, por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por la herencia que dejó en el Palacio de Hacienda, al asegurar que su salida se generó por un resultado de su gestión "muy dañino en términos políticos y económicos para la Argentina".
Massa relató que al asumir la conducción del Ministerio se topó con "reservas netas negativas, 12.4 puntos de déficit fiscal, sin posibilidad de hacer frente en caja a la mayoría de las obligaciones del estado".
En declaraciones radiales, consideró que "lo que generó la salida del ministro fue centralmente la imposibilidad de seguir llevando adelante un conjunto de decisiones económicas y un resultado que fue muy dañino en términos políticos y económicos para la Argentina: un 7.5% de inflación".
"Creo que es un momento de cada uno de los que integramos el Frente de Todos, de ser responsables y cumplir nuestro rol de la mejor manera", añadió.
Diferenciándose de la decisión de Guzmán de salir a hablar señaló que "si el gobierno tuvo que levantar una cuesta, lo mejor es mantenerte en silencio y colaborar de la mejor manera. No entrar en la disputa política y la disputa pública".
Al referirse al acuerdo con el FMI y cómo Guzmán llevó adelante la negociación, Massa indicó que "el ex ministro nunca planteó hasta el momento del anuncio que había un programa que se dividía en un programa de stand by y EFF".
"No hubo flujo de información, no hubo ida y vuelta que permitía analizar o colaborar el mejor acuerdo posible para la Argentina. Hubo un manejo a discreción que generó que el ministro terminara planteando de un día para el otro cómo iba a ser el acuerdo", precisó.
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