Pese a la amenaza de renuncia tras haber sido excluido de la cena que la mesa chica de la CGT mantuvo el lunes por la noche con el presidente Alberto Fernández en Olivos, el líder camionero Pablo Moyano decidió ayer que continuará en su cargo como miembro del triunvirato de conducción de la central obrera.
La decisión la tomó en el contexto de una reunión que encabezó en la sede porteña del gremio de Camioneros con un grupo de dirigentes de los sindicatos que componen su espacio gremial Frente Sindical para un Modelo Nacional (Fresimona).
Uno de quienes se opusieron a la renuncia fue Hugo Moyano, quien se mantuvo en contacto con sus colegas de la mesa chica que maneja la CGT para aclararles que él no estaba de acuerdo con la eventual decisión de su hijo mayor. En sus conversaciones telefónicas, el líder de Camioneros resaltó que tuvo diferencias con muchos dirigentes, pero que nunca rompió la CGT.
La posición de Hugo Moyano permite aventurar que si hubiera concretado la renuncia de Pablo, el jefe camionero habría designado a otro dirigente de su gremio porque los cargos en la CGT no son personales sino del sindicato.
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