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Un plan de ajuste que hace ruido pero nadie confirma
ANTE LA CRISIS ECONOMÍA

Un plan de ajuste que hace ruido pero nadie confirma

El periodista Horacio Verbitsky aseguró que habrá un fuerte ajuste fiscal, desdoblamiento cambiario y devaluación del 50 %, llevando el dólar oficial arriba de los 200 pesos.

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Subas promedio del 100 por ciento en luz, gas y transporte. Fuerte ajuste fiscal, desdoblamiento cambiario y devaluación del 50 por ciento a partir del jueves, llevando el dólar oficial arriba de los 200 pesos. Esos y otros lineamientos aparecen en el “programa de estabilización” -de carácter confidencial- que empezó a circular ayer y cuya autoría se le atribuye al viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein. En el Gobierno niegan que vaya a aplicarse.

El documento, que dio a conocer el periodista Horacio Verbitsky, tiene ocho carillas fechadas el 26 de julio pasado, cuando Silvina Batakis transitaba sus últimas horas como ministra de Economía para ser reemplazada por Sergio Massa.

Ahora, el plan que se le adjudica a su Secretario de Programación Económica propone, entre otras medidas, un incremento en torno al 100% para las tarifas de luz, gas y transporte y que los subsidios sean solo para la población “muy vulnerable” (aquella con la tarifa social). También, la eliminación de transferencias discrecionales a las provincias y proceder a recortes “lisos y llanos” en inversión pública.

Subas de impuestos

Para el caso de que no se quisieran aumentar en esa magnitud las tarifas o si se optara por bajar gastos en menor medida a la propuesta, el texto que habría elaborado Rubinstein alienta la búsqueda de consensos con la oposición para incorporar una suba moderada de impuestos. Bajar el déficit fiscal de manera “creíble” y evitar una “hiperinflación”, aparecen entre los objetivos de base.

“Como fuera, el mensaje en el momento cero debe ser muy claro y contundente: se eliminaría el déficit fiscal primario y, por supuesto, contando con el explícito apoyo político del gobierno nacional en su conjunto”, advierte el denominado programa de estabilización.

El plan sería “volver a los equilibrios macroeconómicos prevalecientes durante el gobierno de Néstor Kirchner” con “elevado superávit fiscal primario, elevado saldo externo, alto nivel de reservas y baja inflación (con precios y salarios libres)”.

Llegar a esos resultados, se acepta en el documento de marras, “asoma como una tarea ardua que requeriría tiempo” para lo que se divide el programa en tres etapas: la primera, de “estabilización, evitando la hiperinflación, de manera civilizada” y que entre otras medidas contempla la mencionada suba de tarifas más allá de lo esperado y la eventual devaluación; la segunda, abordando el “superávit primario y la unificación cambiaria”; y una tercera, que hace foco en el “ingreso de capitales, buen impulso al PBI, alto superávit fiscal y buen superávit externo” pero “aún sin las llamadas reformas estructurales (laborales, impositivas, jubilatorias)”.

En términos cambiarios, el documento plantea de entrada que aunque lo más adecuado sería un mercado unificado y un tipo de cambio de “flotación administrada”, no se recomienda aplicarlo en forma directa en un escenario de escasez de reservas, ya que podría crear “alta inestabilidad económica” y una brecha cambiaria muy alta “obligaría a una devaluación oficial del orden del 100%”.

En su lugar, se sugiere en una primera etapa un desdoblamiento cambiario para operaciones comerciales y otro para el mercado financiero.

Lo que permitiría acumular reservas en el Banco Central y bajar el dólar blue a $280 “rápidamente” -hoy se vende a $292-, pero sin otro remedio “que realizar una devaluación”.

“Propondría una devaluación cercana al 50%, llevando el dólar oficial a $200, y dejándolo fijo por ejemplo hasta marzo de 2023, e indexándolo desde abril 2023, bajo el sistema administrado”, señala un párrafo del programa que, de empezar a regir este jueves, llevaría el tipo de cambio oficial de $144 a $ 216.

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